El 57% de la población que vio el discurso reaccionó de manera positiva
Trump mantiene postura dura contra la migración
El presidente Donald Trump se reunió ayer con los legisladores y miembros de su equipo para analizar cómo avanzar en su extensa agenda. El martes, ofreció con éxito su primer discurso en el Congreso estadounidense, donde obtuvo elogios de los miembros del partido republicano por su tono fuerte y medido.
Trump llamó a devolver la grandeza de EE.UU. con palabras nacionalistas, pero sin cejar en su empeño de aplicar con firmeza las leyes migratorias y frenar la llegada de personas con baja capacitación laboral y escasos recursos. Asimismo, anunció el “pronto” inicio de la construcción- ampliación del muro en la frontera con México, con el objetivo de frenar “las drogas y el crimen”.
En una alocución menos sombría que la de su investidura hace poco más de un mes y un tono más solemne que de costumbre, el 45º mandatario dio una explicación más mesurada y detallada hasta ahora de su política de “Estados Unidos primero” y antepuso los motivos económicos como justificación de su línea dura contra la inmigración ilegal, lo que generó el aplauso de los republicanos mayoritarios en el Congreso.
“Al hacer que finalmente se apliquen nuestras leyes migratorias, vamos a elevar salarios, ayudar a los desempleados, ahorrar miles de millones de dólares y tornar nuestras comunidades más seguras para todos”, exclamó el republicano.
Dirigiéndose al exterior, suavizó sus críticas a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y prometió trabajar con aliados en el mundo musulmán para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico. No obstante, no se disculpó por centrar su cosmovisión en su país.
Washington, añadió, “respetará instituciones históricas, pero también vamos a respetar los derechos soberanos de las naciones”.
Su postura antimigratoria
En apoyo a su programa, el presidente Trump invitó al hemiciclo a dos viudas de policías abatidos en 2014 por un inmigrante clandestino. Ofreciendo una postura más constructiva, propuso un sistema “basado en méritos” para regular la entrada de nuevos inmigrantes que “ahorrará incontables dólares”, y estimó posible un acuerdo entre demócratas y republicanos sobre una reforma migratoria.
“Es un principio básico que aquellos que buscan entrar a un país deben ser capaces de mantenerse a sí mismos financieramente”, señaló. Más temprano el martes, en una reunión con periodistas sugirió que estaba abierto a un acuerdo para regularizar a millones de indocumentados que ya viven en Estados Unidos, siempre que no hayan cometido delitos.
En su discurso más largo como presidente, Trump abandonó sus alegatos improvisados y leyó el discurso casi palabra por palabra. Las congresistas demócratas se vistieron de blanco para la ocasión, un guiño a la lucha por los derechos de las mujeres y un eco de la enorme oposición a las políticas del mandatario republicano.
Astrid Silva, una activista y ‘dreamer’ que se beneficia del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA: por sus siglas en inglés), elegida para pronunciar la respuesta en español del Partido Demócrata dijo que: “Debería reconocer las contribuciones de los inmigrantes, de las que él mismo se ha beneficiado”.
Por otro lado, Donald Trump defendió políticas populares entre las familias como la licencia por paternidad remunerada, e incluso se ganó elogios de algún demócrata por su intento de pintar un escenario más optimista y llamar a la unidad nacional estadounidense.
Lo que revelan las encuestas
“Esto fue mucho menos oscuro que el discurso de investidura. Y ha hecho un intento de acercarse”, dijo el congresista demócrata John Larson. “Pero el diablo está en los detalles”.
Según un sondeo de la cadena de noticias CNN, el 57% de los estadounidenses que vieron el discurso reaccionó de manera positiva.
En la agenda doméstica, el millonario prometió una reforma fiscal “histórica” -con menos impuestos para la clase media- y acabar con el sistema de salud de su predecesor, Obamacare, un guiño hacia los republicanos aún escépticos.
El nuevo ‘inquilino’ de la Casa Blanca también prometió “reiniciar el motor de la economía” y se comprometió a atraer un billón de dólares en proyectos de infraestructura.
Las tensiones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo están en alza no obstante, por la propuesta de Trump de incrementar el gasto militar en el 10% ($ 54.000 millones). Pero el mandatario no ofreció detalles sobre esos planes, que sin duda afectarán a la deuda nacional que ya alcanza los $ 20 billones.
“Las cuentas no cuadran”, señaló en una entrevista el senador demócrata Chris Van Hollen. (I)