Tres jóvenes bielorrusos condenados a 7 años de cárcel por incendiar sede KGB
La Justicia de Bielorrusia condenó hoy a siete años de cárcel a tres jóvenes opositores acusados de incendiar uno de los edificios del Comité de Seguridad Estatal (KGB).
Los jóvenes fueron acusados según dos artículos del código penal: vandalismo premeditado y perjuicio intencionado en gran cuantía, según las agencias rusas.
La Fiscalía aseguró que había quedado plenamente demostrada la culpabilidad de los acusados, que supuestamente intentaron destruir en 2010 la sede del KGB en la localidad de Bobruisk.
Mientras, la defensa aseguró que sus clientes únicamente querían causar leves daños al inmueble del KGB y acusaron a las fuerzas de seguridad de arrancarles sus confesiones por la fuerza.
Según la prensa digital bielorrusa, el incendio causó unos daños de cerca de 18 millones de dólares.
El KGB es el brazo armado del considerado último dictador de Europa, el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko, que según la oposición y activistas de los derechos humanos lo utiliza para controlar a su población y reprimir a la disidencia política.
Entre sus funciones figura la de luchar contra las organizaciones terroristas, extremistas y cualquier grupo o individuo que amenace la seguridad nacional, lo que en ese país incluye a opositores, defensores de los derechos humanos y periodistas independientes.
El KGB adquirió un gran protagonismo tras los violentos disturbios postelectorales del pasado 19 de diciembre, en los que fueron detenidos varios centenares de opositores y casi todos los candidatos a la presidencia rivales de Lukashenko.