Tren iba a exceso de velocidad
Santiago de Compostela.- El dolor marcó la jornada de ayer en España, especialmente a los familiares y amigos de las víctimas del accidente ferroviario en Santiago de Compostela (Galicia, noroeste) que el miércoles truncó la vida de al menos 80 personas y dejó más de 178 heridos.
La hipótesis más verosímil sobre la causa del accidente era el exceso de velocidad, ya que el propio conductor del tren reconoció que circulaba a unos 190 kilómetros por hora en un tramo en curva donde debía hacerlo máximo a 80. “Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer”, fueron las palabras del maquinista, Francisco José Garzón, en una conversación telefónica tras la tragedia con el delegado del Gobierno español en la región.
Además, una cámara de seguridad captó el momento del accidente de tren de Alvia que recorría la ruta Madrid-Ferrol. En las imágenes se observa cómo el ferrocarril, que iba a velocidad, descarrila justo al tomar una curva pronunciada, conocida como A Grandeira, en las inmediaciones de Santiago.
Un tribunal de Santiago, que investiga el suceso, ordenó que la Policía tome declaración como imputado al maquinista, de 52 años.
La prioridad de la justicia ahora es completar el levantamiento de cadáveres en las vías del tren, tras lo cual el juez instructor se centrará en la investigación del siniestro, que incluirá también el interrogatorio al acompañante del maquinista, a viajeros y testigos, así como diversos peritajes y el estudio de la “caja negra” del tren. “Estaba en casa y escuché un sonido como un trueno grande y vi humo negro”, explicó María Ramos, de 62 años, que vive a pocos metros del lugar que ocurrió el siniestro.
Otro testigo presencial explicó que uno de los vagones del tren voló por los aires y al caer se destrozó.
Los trece vagones del tren siniestrado fueron retirados y trasladados a un lugar en las proximidades de Santiago donde permanecen custodiados por orden judicial, ya que son considerados pruebas.
El tren siniestrado empezó a operar en 2012 y puede circular a velocidades máximas de 250 kilómetros por hora en el ancho de vía internacional y a 220 en el ancho español.
Según la gestora de las vías férreas españolas (Adif), la infraestructura de señalización en el punto en que se produjo el accidente era la adecuada y el propio tren había sido revisado ayer.
Según fuentes del Gobierno Regional de Galicia, de los 80 fallecidos, 73 murieron en el lugar del accidente y los otros siete en el hospital.
No obstante, las autoridades no descartaron que la cifra de las víctimas puede aumentar ya que de los 178 heridos contabilizados por el Gobierno Regional gallego, 94 seguían ingresados ayer, 35 se encuentran en estado crítico.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que acudió ayer temprano al lugar del accidente, decretó tres días de luto oficial, mientras que la comunidad de Galicia respetará siete días de duelo.
En la tarde acudieron a Santiago los reyes Juan Carlos y Sofía, quienes visitaron a los heridos en varios centros médicos antes de recibir información de primera mano de las autoridades sobre lo ocurrido.
El siniestro ha generado conmoción no solo en España, sino en el mundo. Una veintena de jefes de Estado y de Gobierno y representantes de instituciones internacionales han enviado mensajes de pésame por el accidente o han mantenido contacto con el rey y Rajoy.
Ha sido el caso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama; del mandatario de Francia, Francois Hollande; del primer ministro británico, David Cameron; entre otros, mientras que el papa Francisco mostraba su dolor desde Brasil, donde asiste a la Jornada Mundial de la Juventud.
ECUATORIANOS NO FIGURAN ENTRE VÍCTIMAS
La Cancillería ecuatoriana confirmó que entre las víctimas del accidente ferroviario en España no figuran ecuatorianos, que integran una de las principales comunidades de extranjeros en ese país.
“Hasta el momento en la lista de víctimas y heridos del siniestro no se registra ningún ciudadano ecuatoriano”, señaló la cartera en un comunicado. Agregó que tras la catástrofe ferroviaria producida cerca de Santiago de Compostela (Galicia), autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador se trasladaron al lugar para revisar el listado de víctimas. La cartera “continuará pendiente de la situación de los compatriotas, a fin de brindarles una oportuna atención”, añadió el texto.