Terremoto en Chile generó alarma de tsunami para siete países (GALERÍA)
Una noche de temor, zozobra e incertidumbre vivieron los habitantes de los más de 4.000 kilómetros que comprende la zona costera de Chile, tras el terremoto de 8.3 grados en la escala Richter que se produjo anoche, a las 20:47 hora local (23:47 GMT) con epicentro a 85 kilómetros al suroeste de Cuya, en la provincia de Arica, según el reporte del Centro Nacional de Sismología de la Universidad de Chile.
Las autoridades chilenas ordenaron la evacuación de la población del borde costero por el peligro de tsunami. Siguiendo el protocolo de emergencia establecido para estos casos, las autoridades hicieron sonar las alarmas, lo que hizo que la población huyera hacia los lugares seguros. Las primeras olas, de 1.8 metros, llegaron a Pisagua y se esperaba que en el transcurso de la noche arribaran también a Arica, Patache, Tocopilla, Antofagasta, Mejillones, Caleta Paposo, Taltal, Chañaral, Caldera, Huasco, Coquimbo, Isla San Félix, Pichidangui y Quinteros, confirmó la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Cerca de las 23:00 (hora chilena), el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, informó que la alarma de tsunami se mantendría por 6 horas más y que unas 300 reclusas escaparon de la cárcel de Iquique.
El gobernador de Iquique, Gonzalo Prieto, informó que al menos dos personas murieron y tres sufrieron heridas graves. "Personal de Carabineros y la Policía de Investigaciones nos han informado y confirmado el fallecimiento de dos personas en circunstancias que todavía no se esclarecen; por ahora sabemos que es producto del terremoto", dijo Prieto a medios locales.
Los fallecidos son un hombre de 33 años que sufrió un infarto en la localidad de Alto Hospicio, vecina a Iquique, y un bombero que murió en esta ciudad por causas que aún se desconocen. El gobernador indicó que los heridos graves son una mujer de unos 35 años que sufrió un golpe en el tórax, un niño de dos años herido por la caída de un muro y otro hombre que también tuvo un infarto.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, llegó hasta las dependencias de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) en Santiago. El funcionario dijo que se registró un leve desprendimiento de tierra en el Morro de Arica, en el extremo norte de Chile, y que hay caminos cortados en la localidad de Colchane.
Informó también que la torre de control del aeropuerto internacional de Iquique se encontraba fuera de servicio y que la ciudad permanecía sin suministro eléctrico. Los buques de la Armada abandonaron el puerto de Valparaíso hacia mar abierto para sortear un eventual tsunami. Lo propio hicieron los barcos en el puerto de San Antonio, situado a 102 kilómetros al suroeste de Santiago.
Además, varios vuelos con destino al norte del país fueron cancelados, indicaron autoridades aeroportuarias chilenas. Otros vuelos que habían despegado de Santiago poco antes del terremoto con destino a Iquique y Arica, regresaron a la capital chilena.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, suspendió las actividades oficiales. Al producirse el temblor, la Mandataria, quien estaba en la sede de Gobierno, convocó a una reunión urgente al secretario general de Gobierno, lvaro Elizalde, y a la secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón.
Los chilenos recordaron la tragedia del 27 de febrero de 2010, cuando un sismo de 8,8 grados Richter frente a las costas del centro y norte de Chile dejó 524 muertos, 25 desaparecidos y 800.000 damnificados. La catástrofe, que se produjo cuando el anterior gobierno de Bachelet llegaba a su fin, se vio acrecentada porque el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) levantó la alerta de un tsunami que finalmente sí se produjo y que elevó el número de víctimas mortales.
Ecuador estuvo en alerta
La alarma de tsunami se extendió también a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y Nicaragua. Sin embargo, con las horas bajó la alerta.
En Ecuador inicialmente se decretó la alerta roja, desde Esmeraldas hasta El Oro, por lo que en zonas costeras miles de personas decidieron evacuar. Los organismos de socorro activaron sus planes de contingencia y en los distintos ECU-911 se reunieron las autoridades.
El propio presidente de la República, Rafael Correa, se pronunció a través de su cuenta Twitter (@MashiRafael): “Fuerte terremoto en mar de Chile. INOCAR emitió alerta de tsunami. Todo nuestro perfil costanero a estar atento y preparado”.
Hasta el cierre de esta edición se habían producido en Chile 17 réplicas de hasta 5 grados Richter.
Después de las 21:00 la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) informó que se bajaba la alerta hasta amarilla en Ecuador continental, no en Galápagos. En cantones como General Villamil (Guayas), La Libertad y Salinas (Santa Elena) y Manta (Manabí), la comunidad lentamente retornó a sus hogares, al bajar el nivel de alerta.
El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) confirmó que ya no había alerta de tsunami. En un comunicado señaló que de acuerdo al análisis realizado por los técnicos de este Instituto, se esperaban perturbaciones del nivel del mar de 10-20 cm en las costas continentales, mientras que en las costas insulares podían llegar a 50 cm. El evento se esperaba alrededor de las 22:00 en marea baja, por lo tanto no existía amenaza de inundación para las costas ecuatorianas; sin embargo, existirían perturbaciones que dificultarían las actividades marítimas, por lo que se recomendaba suspender las mismas.
Después de las 22:00 se conoció que el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico canceló la alerta para la región, manteniéndola solo en Perú y Chile.
María Isabel Salvador, presidenta del Consejo de Gobierno de Galápagos, presidió el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) local. En entrevista con Ecuador TV señaló que “activamos las alarmas en las cuatro ciudades de Galápagos, que implican la evacuación para todos los turistas. Hemos solicitado a toda la población que acuda inmediatamente hacia las zonas seguras de las partes altas”. El impacto de las olas se prevía para las 21:00 hora de Galápagos. “Mantenemos la alerta roja por medidas preventivas”, manifestó.
Según la funcionaria, “dispusimos que todas las embarcaciones que se encuentran en las bahías, deben hacerse a la mar al menos a 20 millas fuera de la costa. Aquí permanecen muchas naves de turismo”.
El gobernador (e) de El Oro, Pablo Granda, también en comunicación con Ecuador TV, explicó que “activamos los COE de los cantones Huaquillas, Santa Rosa y El Guabo, donde estamos teniendo todas las precauciones. Le pedimos tranquilidad a la comunidad”. En la isla Jambelí no se había registrado hasta anoche ningún comportamiento inusual de las olas, indicó Granda.
En Ecuador se esperaba a nivel nacional, la llegada de olas de entre 10 y 50 centímetros.
En la provincia de Esmeraldas, los habitantes de las riberas de los ríos y de los distintos balnearios se movilizaron a zonas seguras. Policía y Bomberos ayudaron en el traslado de los pobladores hacia las lomas. La gente llevaba bolsos con ropa, paraguas, ponchos de agua y otras pertenencias. Los estudiantes de la Universidad Luis Vargas Torres y la Católica suspendieron las clases. Algunos locales de diversión cerraron sus puertas y el ECU-911 activó su sistema de cámaras para controlar eventualidades durante la movilización de la multitud.
Por su parte, el embajador de Ecuador en Chile, Francisco Borja, a través de Ecuador TV manifestó que no había reporte de ecuatorianos afectados en Chile. “La embajada estará a las órdenes para emitir cualquier información que se requiera, como ocurrió en magnitud mucho más grande en el terremoto de 2010. Tendremos un canal de comunicación”, puntualizó.
Noche difícil en Santa Elena
A Carol Montenegro casi se le arruinan las vacaciones. Ella llegó el sábado a Santa Elena junto con su familia para divertirse.
Ayer estaba en el malecón de La Libertad cuando se enteró del terremoto en Chile y la alerta de tsunami en Ecuador. "Hubo mucho miedo al principio. No sabíamos qué hacer", recordaba todavía angustiada. Ella y su familia, al igual que cientos de personas, emprendieron el camino al cerro El Tablazo, el lugar más seguro en la península en caso de maremoto. Este es un gran parque con corredores para bicicletas y kioskos de comida, hay espacios verdes y tiene una vista privilegiada de Santa Elena.
En la cima, policías, vigilantes y militares organizaron a la población. Previamente los uniformados ayudaron en la tarea de comunicar a la comunidad que debía evacuar.
Algunas personas incluso llegaron con carpas, dispuestas a pasar la noche. Otras, en cambio, aprovecharon los juegos infantiles para pasar el rato junto con sus hijos.
En la entrada del cantón, en el control de tránsito estaban apostadas decenas de camionetas esperando saber si era necesario abandonar la península.
La actividad también fue intensa en el parque central de la capital provincial. Allí las personas preguntaban a los policías si ya había bajado la alerta roja. Los negocios seguían funcionando, aprovechando la cantidad de potenciales clientes.
Finalmente, casi a las 23:00, el peligro pasó y se permitió a las personas regresar, pero se les pidió estar atentas a las noticias.