Un nuevo sismo sacudió al sureste de Turquía. La intensidad del movimiento telúrico fue de 6,1º en la escala de Richter, a solo 6 kilómetros de la ciudad de Van, donde esta mañana se registró un seísmo de 7,2 grados. 

En unas declaraciones a la cadena NTV, el alcalde del distrito de Ercis, Zülfikar Arapoglu, aseguró que hay "muchos muertos y heridos", y pidió ayuda urgente.  Pero las agencias internacionales señalan que hasta esta tarde habían más de 100 muertos, 500 heridos y cerca de 400 desaparecidos tras el primer sismo.

El alcalde de la ciudad de Van, Bekir Kaya, en unas declaraciones a la misma cadena, hizo un llamamiento a mantener "la sangre fría", debido al pánico que ha provocado el terremoto y que ha causado que muchas calles queden colapsadas por vecinos que tratan de huir de la zona, lo que dificulta la llegada de las ambulancias.

El viceprimer ministro turco, Besir Atataly, dijo que todas las instituciones gubernamentales se encuentran en estado de alarma y que se establecerá un centro de coordinación en Van.

Los centros médicos de la localidad están llenos de víctimas. El sitio web de diario El Mundo relata que en el hospital universitario de la localidad se atendió a al menos un centenar de heridos en los jarines de la casa de salud.

El seísmo se produjo a las 10:41 GMT (04:41 hora de Ecuador) y su epicentro se situó en la provincia de Van, fronteriza con Irán, aunque debido a la potencia se sintió en todas las provincias colindantes e incluso en el norte de Irak.