Buzos sacaron dormidos a niños de cueva en Tailandia
Las primeras imágenes de los menores rescatados de la cueva tailandesa fueron divulgadas este miércoles 12 de julio.
Sentados sobre las camas de una habitación amplia y luminosa del hospital de Chiang Rai, los chicos -en pijama blanca y con mascarillas- saludaron e hicieron el signo de la victoria. Al otro lado del cristal les respondieron sus familiares, que también gesticularon febrilmente sin poder contener sus emociones.
“Solo quería abrazarlo. Comencé a llorar, todos comenzamos a llorar”, relató Tanawat Viboonrungruang, padre de un chico de 11 años apodado Titun, a la CNN. “Quiero dar las gracias a todos los que rescataron a mi hijo y lo ayudaron a tener una nueva vida. Es como renacer”, agregó al narrar el emotivo momento, todo un alivio tras más de dos semanas de angustia y tensión a las puertas de la gruta de Tham Luang en la que estaban atrapados.
Los chicos, de 11 a 16 años, y su entrenador, de 25, fueron extraídos en tres días. El último grupo salió a la superficie el martes por la noche.
Se espera que, en las próximas horas, los familiares de los primeros ocho rescatados entre el domingo y el lunes accedan a la habitación donde se encuentran sus seres queridos, aunque deberán mantener una distancia de dos metros y llevar puestos ropa y guantes de aislamiento para evitar infecciones.
Por su parte, los otros cinco rescatados el martes permanecerán al menos un día más en cuarentena para evitar el contagio de posibles enfermedades. “Hay que mantener un protocolo de seguridad debido a la debilidad de su sistema inmunológico” tras permanecer bajo tierra tantos días, indicó uno de los facultativos.
Cada uno de los atrapados en la caverna perdió una media de dos kilos de peso durante el encierro. Tres de ellos presentan además un cuadro leve de neumonía y un cuarto un corte en la pierna.
Aun así, todos se encuentran “sanos y fuertes” y su proceso de recuperación evoluciona “bien”, sin que haya necesidad de preocuparse por su estado físico o mental, explicó a la prensa Narongsak Osotanakorn, gobernador de la provincia de Chiang Rai que estuvo al frente del operativo de rescate.
El estado psicológico de los chicos era una de las mayores preocupaciones de los especialistas, que creían que lo vivido podía provocarles ansiedad, ataques de pánico, pesadillas u otros síntomas de estrés postraumático a corto o largo plazo.
Sin embargo, el inspector del Ministerio de Salud, Tongchai Lertwilairatanapong, aseguró que todos ellos dormían perfectamente y que no se les suministra ninguna medicación para la ansiedad.
“Su estado mental es bueno, quizás porque todos estaban juntos y se ayudaron los unos a los otros. Su entrenador lo gestionó muy bien”.
Los socorristas, aguerridos buzos extranjeros ayudados por miembros de élite de la marina tailandesa, fueron celebrados como héroes por rescatar a los niños de la gruta donde quedaron atrapados el 23 de junio por la crecida de las aguas.
Detalles
Mientras tanto se conocen nuevos detalles sobre la angustiosa operación de rescate que mantuvo durante tres días en vilo a medio mundo.
El más llamativo de todos, que los menores fueron sedados para su extracción. “Algunos de ellos estaban dormidos, otros movían los dedos. Pero respiraban”, detalló el comandante Chaiyananta Peeranarong, el último socorrista que salió de la gruta tras sacar a los menores.
El motivo para hacerlo fue evitar que los pequeños, que nunca antes habían buceado, entraran en pánico durante el trayecto por las aguas oscuras, algo que podía poner en peligro sus vidas y la de sus salvadores.
Debido a ese estado de semiconsciencia, los jóvenes y su entrenador -que vestían trajes de neopreno y llevaban una máscara de rostro completo para respirar- fueron trasladados en camillas durante la ruta de salida, como mostró un video publicado por la Marina tailandesa.
En el mismo se aprecia a los buceadores extranjeros y tailandeses utilizando poleas, cuerdas y tubos de caucho para transportar las camillas con los futbolistas semi inertes hacia la entrada de la gruta, una operación que se aceleró por la caída de los niveles de oxígeno en la cueva y los pronósticos que apuntaban a fuertes lluvias que podían inundar la cavidad. (I)
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Rescatista perdió a su padre tras la operación
Tailandia recurrió a expertos extranjeros para ayudar a sus propios buzos en la operación de rescate de las personas atrapadas en la cueva.
Trece buzos “de clase mundial” participaron en el rescate, entre ellos el australiano Richard “Harry” Harris, anestesista y buzo, sin el que no se podría haber llevado a cabo el rescate, según el jefe de la célula de crisis, Narongsak Osottanakorn.
Sin embargo, ahora el médico australiano no tiene ánimos para celebrar el éxito de la operación. Su padre falleció. La noticia le llegó poco después de que se completara la misión.
“Cuando el rescate se completó, el padre del doctor Harris falleció”, dijeron su jefe y director clínico de MedSTAR, Andrew Pearce.
“Hablé con Harry. Este es un momento de dolor para él, magnificado por las demandas físicas y emocionales de ser parte de la operación de rescate altamente compleja y exitosa de esta semana”, comentó Pearce.
Harris fue descrito como “esencial” para las tareas de rescate debido a sus habilidades, que incluyen 30 años de experiencia en buceo en cuevas.
“Harry es desinteresado, es muy considerado, tranquilo. Es el tipo de hombre que dará todo de sí”, describió Pearce. Comentó que el doctor renunció a sus vacaciones para ser parte de los trabajos de recuperación de los niños. (I)