La investigación del caso empezó en 2011
Strauss-Kahn podría ser condenado a 10 años de cárcel
Francia.-
Casi 4 años después de que su brillante carrera se viera arruinada por un escándalo sexual en Estados Unidos, el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, es juzgado desde ayer por un tribunal francés por proxenetismo agravado.
El proceso se inició tras la llegada de Strauss-Kahn ayer al mediodía al tribunal de Lille (norte de Francia). Vestido de traje oscuro, el exdirector del FMI, de 65 años, se veía serio pero tranquilo, al lado de su abogado Henri Leclerc.
Acusado de ser el principal beneficiario e instigador de fiestas libertinas en París y Washington, Strauss-Kahn podría ser condenado hasta a 10 años de prisión.
DSK, como se lo llama en Francia, era favorito de los sondeos para la elección presidencial francesa de 2012, como muy probable candidato del Partido Socialista, entonces en la oposición. En mayo de 2011, el mundo recibió estupefacto la información de su detención en Estados Unidos, acusado de violación por una camarera del hotel Sofitel de Nueva York, Nafissatou Diallo. Ello puso fin a su carrera política.
Ayer, DSK estaba en el banquillo de los acusados junto a otras 13 personas, empresarios, un abogado, un policía y un proxeneta apodado “Dodo la Saumure” (Dodo la Salmuera). Detalles sórdidos del caso denominado Carlton, que hace referencia al hotel de Lille que habría sido el centro de una red sexual, serán revelados durante el proceso, que durará unas 3 semanas.
DSK, aunque asistió ayer a la apertura del proceso, atestiguará solo la semana próxima. Y aunque su defensa se mantuvo silenciosa antes del juicio, su posición no cambió durante la instrucción: “DSK era adepto del libertinaje, no de las prostitutas, e ignoraba que las mujeres que participaban en las fiestas lo fueran”. Poco después de abrirse el proceso, el tribunal rechazó ayer el pedido de que las audiencias se realicen a puertas cerradas, presentado por la defensa de las prostitutas que se declararon demandantes.
El tribunal justificó dicho rechazo explicando que las partes demandantes “tienen la opción de no declarar, que pueden limitarse a confirmar o no sus declaraciones o de responder a las preguntas que desean y que estiman no atentatorias para su dignidad”.
La fiscalía había pedido el sobreseimiento de DSK, pero los jueces de Lille estimaron que no podían ignorar la condición de prostitutas de las mujeres que le eran presentadas en fiestas libertinas.
El caso empezó en 2011. La policía judicial de Lille investigaba entonces las frecuentaciones del hotel Carlton y del hotel Tours, con las que René Kojfer, encargado de relaciones públicas, hacía venir prostitutas para algunos clientes.
La vigilancia policial mostró los nombres, entre ellos el de Dominique Strauss-Kahn. Detenido para ser interrogado, Kojfer fue el primer inculpado, el 7 de octubre de 2011.