Socialistas españoles aseguran que "nunca" darán sus votos a favor de Rajoy
El Partido Socialista español, clave en la formación de un próximo gobierno, rechazó este martes los avances del jefe del ejecutivo saliente, el conservador Mariano Rajoy, en su esfuerzo por conservar el puesto, augurando negociaciones largas e inciertas.
La emergencia de 2 nuevos partidos en las legislativas del domingo -Podemos de izquierda radical y Ciudadanos de centroderecha- exige alianzas al menos tácitas para obtener la investidura por una mayoría de diputados.
El PSOE ya había afirmado el lunes que votaría 'no' a un gobierno del Partido Popular (PP) de Rajoy. Y el martes, después que el mandatario ofreciese la víspera abrir un "diálogo", no se movió de un ápice.
"Las diferencias entre el PP y el Partido Socialista son tan grandes", reafirmó Antonio Hernando, portavoz del grupo parlamentario socialista, que "nuestra conclusión es definitiva: no vamos a apoyar una investidura del PP".
"Nosotros no vamos a hacer nunca presidente del gobierno a Mariano Rajoy", insistió el socialista madrileño Miguel Carmona. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no compareció ni hizo declaraciones desde el domingo.
Los socialistas se mostraban así inmutables ante los llamamientos de Rajoy, quien el lunes por la noche aseguró que la fragmentación del parlamento no puede desembocar en una situación de "parálisis, de bloqueo y de inacción".
Su formación, el conservador Partido Popular (PP), perdió la mayoría absoluta pese a llegar en cabeza, con 28,7% de los votos y 123 diputados en una cámara de 350.
Para gobernar, necesita obtener por lo menos la neutralidad del PSOE que, con sus 90 escaños sumados a los 69 del partido antiausteridad Podemos y a los 2 de Izquierda Unida puede cerrarle el paso.
Ante esta situación, Rajoy propuso un "proceso de diálogo" con las otras formaciones que, como el PP, defienden "la unidad de España", la "estabilidad" y las "reglas de la Unión Europea". Es decir, el PSOE y el centrista Ciudadanos.
"Le toca al partido socialista dar el próximo paso", dijo por su parte Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que ofreció la abstención de sus 40 diputados para que Rajoy gobierne en minoría, llamando "a la responsabilidad y al sentido de Estado".
Pero la posibilidad de una simple abstención es inimaginable para los socialistas, estima el politólogo Pablo Simón: "implicaría reconocer que ha facilitado un gobierno del PP".
Podemos, que intenta hacerse con el lugar del PSOE acusándolo de hacer "vieja política" y asimilándolo a los conservadores, se beneficiaría de este "suicidio" político.
El PSOE correría entonces el riesgo de una caída similar a la de los socialistas del Pasok en Grecia, donde la coalición Syriza, aliado de Podemos, los presentaba también como "la vieja política". (I)