Siete sospechosos de provocar incendios son detenidos en Chile
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, anunció este viernes una serie de ayudas para los cerca de 3.000 damnificados por los devastadores incendios forestales, mientras llegan refuerzos internacionales para combatirlos.
La mandataria dijo que el Gobierno se dispone a dar apoyo financiero para la reconstrucción y reparación de las casas dañadas, además de un bono para reponer los bienes perdidos a miles de familias, en su mayoría agricultores y ganaderos.
Asimismo, el gobierno entregará una ayuda económica de hasta $ 15.000 para la atención del ganado afectado y otro subsidio de unos $ 350 para quienes perdieron su fuente de ingreso laboral.
"Nuestra prioridad es la seguridad de las personas y cuidar a los animales", afirmó la mandataria.
La entrega de estos beneficios comenzará por las zonas donde los incendios ya hayan sido extinguidos y se pueda iniciar la limpieza de los escombros de la infraestructura consumida por el fuego.
Los siniestros que afectan a 7 de las 15 regiones del país se cobraron la vida de 10 personas, otras 5.000 fueron evacuadas y al menos 3.000 resultaron damnificadas.
Las pérdidas económicas hasta ahora son incalculables, e incluyen pérdidas materiales y de fauna y flora. Algunos de los bosques que han ardido son de árboles autóctonos.
Volver a empezar
La mayoría de los damnificados se encuentra en la región del Maule. Unos 1.500 huyeron de la localidad de Santa Olga, la primera devastada por los incendios, donde la mayor parte de las viviendas ha quedado reducida a escombros, así como muchas pequeñas poblaciones dispersas por el campo.
"Perdimos todo, no quiero volver. No quiero ver cómo quedó Santa Olga. Va a ser terrible llegar a un lugar donde ni se reconoce porque todo quedó hecho ceniza", dijo a la AFP Karina Aguilera, una mujer de 36 años, albergada junto a sus tres hijos en un colegio de la ciudad de Constitución.
Decenas de vehículos cargados con muebles que pudieron ser rescatados de Santa Olga se encuentran estacionados fuera del colegio, donde unos 500 damnificados esperan una solución a su situación.
"Me quedaron 4 bueyes con sus patas quemadas y un caballo y con eso voy a tener que volver a empezar", dijo otro damnificado.
El fuego ha devorado 289.000 hectáreas de bosques, pastizales y sembradíos. Aún hay más de 142 incendios activos, de ellos, 51 han sido controlados, 77 se encuentran en combate y 14 fueron extinguidos, según el último informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Las regiones más afectadas son las de O'Higgins, el Maule, Bío-Bío y la Araucanía, donde la presidenta Bachelet decretó estado de catástrofe.
Detenidos
En medio de la emergencia, la policía chilena arrestó a 7 sospechosos de haber participado en la provocación de algunos de los peores incendios de la historia de Chile. Dos de ellos fueron detenidos en Santa Olga, donde murió una persona y otras 4.000 fueron evacuadas.
Los otros 5 detenidos portaban productos acelerantes de fuego cuando fueron detenidos por agentes en las localidades de Chépica y Linares. "Son casos de flagrancia, es decir, estaban en una acción antijurídica", afirmó el ministro del Interior, Mario Fernández, a medios locales.
Las detenciones van en línea con la tesis del Gobierno de que estos incendios fueron provocados intencionalmente, agregó Fernández.
Más del 90% de los incendios en Chile son provocados por el hombre, pero en los actuales han incidido las altas temperaturas que en el Maule superaron los 40 grados, una sequía que afecta desde hace ocho años la zona centro-sur del país y los fuertes vientos que propiciaron el rápido y descontrolado avance de las llamas.
Nueva ayuda internacional
La emergencia chilena provocó una inmediata respuesta desde el extranjero, desde donde han llegado cerca de un centenar de bomberos forestales y en los próximos días se espera el arribo de otros voluntarios procedentes de Estados Unidos, Perú, Argentina, México, Francia y Suecia.
Asimismo, la presidenta Bachelet anunció el arriendo de más aeronaves, entre ellas un helicóptero que opera de noche, que se sumarán a los 46 aviones que ya combaten las llamas.
"Esperamos tener alrededor de 253 brigadistas (extranjeros). Vamos a doblar la capacidad para extinguir el fuego", afirmó la mandataria. Más de 4.000 personas combaten el fuego, entre bomberos voluntarios, brigadistas (bomberos forestales), carabineros, detectives, funcionarios públicos, militares y civiles. (I)