Senado de Brasil aprueba comisión especial de 'impeachment'
El plenario del Senado Federal de Brasil homologó el lunes la composición de la comisión especial encargada de examinar el pedido de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, previamente admitido por la Cámara de Diputados.
En un acto simbólico, los senadores dieron el visto bueno a los nombres de los 21 miembros titulares del comité e igual cantidad de suplentes decididos por los partidos políticos y bloques partidarios representados en esa Casa, en correspondencia con el tamaño de sus bancadas.
De esa forma, el que mayor número de representantes cuenta (cinco) es el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que abandonó la coalición gubernamental a fines de marzo último y cuyo líder, el vicepresidente Michel Temer, fue catalogado por Rousseff de traidor y como uno de los artífices del golpe en curso.
El PMDB tiene asimismo el derecho de escoger el titular de la comisión, lo cual ocurrirá mañana martes cuando se elijan también el vicepresidente y el relator y quede formalmente instalada la misma en una reunión -la primera del colegiado- que fue convocada esta tarde por el senador más viejo, el peemedebista Raimundo Lira.
Una vez instalado, el comité especial contará con 10 días hábiles para que el relator presente su parecer sobre la admisibilidad o no del procedimiento, el cual será debatido y votado en el seno de éste. Para aprobarlo se requerirá solo la mayoría simple.
Cualquiera sea el resultado de la votación en la comisión, la decisión final sobre la apertura o no del proceso de destitución corresponderá al pleno del Senado, que después de conocer el informe del relator tendrá 48 horas para someterlo a votación. Igualmente, su aprobación será por mayoría simple (41 votos de entre 81 integrantes).
En caso que el parecer del relator fuera favorable al impeachment y luego el plenario de los senadores lo rechazara, la denuncia contra la Presidenta sería archivada.
De admitirse el inicio del juicio político, lo cual se estima pudiera quedar definido entre el 10 y el 11 de mayo, la Presidenta será notificada y apartada del cargo por un período máximo de 180 días para que los senadores concluyan el proceso.
Si se llegara a esta instancia, las sesiones serían encabezadas por el Presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) y la aprobación de la casación del mandato de la jefa de Estado requeriría el apoyo de dos tercios (54) de los miembros del Senado.
Según el presidente de esa Casa, Renán Calheiros, de aceptarse la denuncia contra la mandataria por presunto delito de responsabilidad, todas las cuestiones y dudas referidas al proceso deberán ser remitidas al titular del STF, Ricardo Lewandowski.
En una conferencia de prensa ofrecida la semana pasada, el abogado general de la Unión y encargado de la defensa de Rousseff, José Eduardo Cardozo, consideró que la situación procesual en el Senado será distinta a la de la Cámara de Diputados.
Es otro contexto, otra realidad la que tendremos, pues tal y como dispuso el STF allí solo podrán juzgarse los dos aspectos contenidos en la acusación y además deberán respetarse todos los pasos del proceso.
Cardozo deploró que en el plenario de la cámara baja se produjera solo una discusión de naturaleza política del pedido de impeachment, mientras las denuncias contra la mandataria-que calificó de improcedentes y sin sustento- nunca fueron discutidas en profundidad. (I)