Los delegados del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se sentarán mañana nuevamente en la mesa de diálogos de La Habana para reiniciar las conversaciones de paz suspendidas tras el secuestro y la posterior liberación del general (r) Rubén Darío Alzate.  

Al reanudarse la discusión, el punto central en el que girarán las reuniones de las delegaciones será el desescalamiento del conflicto, punto tratado en los encuentros previos que sirvió para superar la crisis en la que entró el proceso de paz, luego del secuestro de Alzate por las FARC.

A este punto se suma la negativa del gobierno, ante la petición de las FARC, de solicitar un cese el fuego bilateral. El presidente Juan Manuel Santos ha sido enfático en señalar que no habrá un cese de la ofensiva militar hasta que no se firme el acuerdo final.

En esa vía, el jefe de la delegación negociadora del gobierno, Humberto De la Calle, ha expresado que durante el tiempo que dure la discusión no se hablará de cese el fuego temporal, armisticio o tregua, pero sí de posibles medidas destinadas al fin del conflicto.

En este sentido, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en un comunicado en Twitter publicó el domingo 8 supuestas condiciones que habría propuesto el equipo negociador de las FARC para reanudar los diálogos.

De acuerdo con Caracol Radio,  entre las condiciones se encuentra quitarles el título de terroristas. En la arena del combate, lo que podría obedecer a la intención de desescalar el conflicto, plantean que las fuerzas militares suspendan los bombardeos, no realizar operaciones contra objetivos de alto valor como ataques a campamentos donde se encuentren cabecillas de la guerrilla y disminuir las brigadas móviles y las unidades de combate terrestre. Sin embargo, esta información no ha sido confirmada por el gobierno de Juan Manuel Santos.

Uribe es el principal opositor al presidente Juan Manuel Santos y crítico de las negociaciones que inició el gobierno colombiano con las FARC en noviembre de 2012.