Las partes llegaron a un acuerdo para desescalar o minimizar las acciones del conflicto armado
Santos fija 4 meses de plazo a proceso de paz
El presidente colombiano Juan Manuel Santos quiere acelerar el proceso de paz y llegó a un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para desescalar el conflicto armado, pero condicionó la continuidad de las negociaciones a que la guerrilla cumpla en los próximos 4 meses con lo alcanzado en La Habana.
¿Qué exactamente es desescalar el conflicto? No es la primera vez que se escucha esta palabra, que implica que el Gobierno y las Farc lleguen a unos acuerdos mínimos para que la violencia disminuya en sus diferentes formas, como enfrentamientos, reclutamientos y minado de territorios.
Para verificar la disminución de las acciones armadas, tanto el gobierno como la guerrilla escogieron al exministro de Defensa uruguayo, José Bayardi, quien participará como delegado de Unasur en la subcomisión técnica que tiene a cargo la misión de monitorear un cese el fuego.
La razón por la que fue escogido Bayardi, según el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, es por su experiencia en la resolución de conflictos.
Santos fue enfático al señalar que dará 4 meses para evaluar el desarrollo del proceso y de llegar al punto clave de justicia transicional. “Estamos estudiando los temas más complejos, por ejemplo el desescalamiento… espero que sigamos avanzando y eso es lo que vamos a monitorear, porque si en cuatro meses no llegamos a un acuerdo en lo fundamental en materia de justicia, quiere decir que no nos vamos a poner de acuerdo nunca, simplemente no habrá paz”, dijo el presidente.
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No hay cese bilateral al fuego
El Jefe de Estado manifestó que desescalar el conflicto no implica suspender por completo las operaciones militares y se refirió a la obligación que tienen las fuerzas militares frente al Derecho Internacional Humanitario, DIH, de usar proporcionadamente su fuerza.
“El desescalamiento es una herramienta para quitar intensidad, las FARC anunciaron su cese ofensivo y nosotros vamos a ver cómo podemos responder a esa decisión, porque hoy el DIH obliga a las fuerzas militares al uso proporcional de la fuerza, es decir si hay un cese, el ejército seguirá protegiendo a los colombianos, pero hay que quitarle intensidad”, añadió.
Por su parte, en una rueda de prensa en Bogotá, el jefe del Equipo negociador del Gobierno en La Habana, Humberto de la Calle (foto), aseguró que las medidas para reducir la intensidad al conflicto, no se definirán por parte de los negociadores, ni tampoco se establecerán desde la mesa de negociaciones en La Habana en Cuba, sino que se establecerán por parte del gobierno.
“Los elementos netamente de carácter militar del desescalamiento, serán definidos por el Gobierno, no en la mesa de conversaciones, sino por el Presidente, el Ministro de Defensa y mandos militares”, sostuvo.
Aseguró que se tomarán estas medidas de desescalamiento de manera progresiva, a medida que las FARC cumplan los compromisos que han adquirido.
Señaló que el propósito es “crear confianza, bajar la temperatura de la confrontación” y que se dé un ambiente que permita acelerar los acuerdos, entre ellos, lograr un cese bilateral al fuego, definitivo.
Insistió en que no se debe confundir el cese al fuego y hostilidades con el desescalamiento del conflicto. “El cese al fuego requiere una verificación y monitoreo, con presencia internacional que garantice a los colombianos que es posible lograr el cumplimiento riguroso de las obligaciones que se derivan de ese cese del fuego”, explicó De la Calle. (I)