Hay más de 1.100 muertos en conflicto de ucrania
Rusia: “Que nadie intente borrar huellas”
El reciente derribo de un avión de pasajeros en el este de Ucrania, con sus 298 ocupantes muertos, puede considerarse un crimen de guerra, según afirmó ayer la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló ayer que la misión internacional para investigar el siniestro debe de ser acordado con el Consejo de Seguridad de la ONU.
“El derribo del avión de Malaysia Airlines el 17 de julio fue una violación del derecho internacional y, dadas las circunstancias, puede ser un crimen de guerra”, dijo Pillay, quien pidió una investigación “completa e independiente” sobre este hecho.
Rusia enfatizó que esa investigación debe ser acordada con el Consejo de Seguridad de la ONU.“Partimos de la base de que dicha investigación debe comenzar lo antes posible bajo la égida de la ONU. Para ello, el Consejo de Seguridad debe adoptar una decisión más. Nos preocupa que algunos de nuestros socios traten de trasladar el trabajo práctico para organizar la investigación a contactos bilaterales con las autoridades ucranianas”, apuntó el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
“No quiero acusar a nadie, pero espero que nadie intente borrar las huellas”, añadió, en referencia a la posibilidad de que se manipulen las pruebas y al hecho de que Kiev y Occidente acusan a los insurgentes prorrusos de derribar el avión con ayuda de Rusia.
Sobre la situación de crisis en el este de Ucrania, la ONU estimó ayer que más de 1.100 personas han muerto desde el pasado junio en el conflicto del este de Ucrania. La cifra de víctimas se ha triplicado desde ese mes, cuando la ONU reportó 356 asesinatos.
Los resultados de las cajas negras
Los primeros datos obtenidos de las cajas negras del Boeing 777 de Malaysia Airlines son consistentes con la explosión ocasionada por un misil, según revelaron los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses atribuyeron la autoría a los rebeldes prorrusos, quienes a su vez culpan al Ejército ucraniano contra el que combaten. El avión cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur.
Mientras, el Gobierno japonés anunció ayer que impondrá sanciones adicionales a Rusia, entre ellas la congelación de fondos de responsables rusos y la suspensión de proyectos de cooperación financiera, tras el derribo del vuelo comercial MH17.
Tokio decidió ampliar así sus medidas de presión sobre Moscú “por no haber logrado apaciguar la crisis en Ucrania”, según apuntó en rueda de prensa el ministro portavoz nipón, Yoshihide Suga.