Rusia denuncia política de EE.UU. de desmontar gobiernos incómodos
Estados Unidos mantiene la política de desmontar gobiernos latinoamericanos y de otras regiones que les son incómodos, declaró este 16 de enero el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, al referirse a las acciones injerencistas norteamericanas contra Venezuela.
Rusia siempre apoyó el proceso, junto a otras naciones de la región, para propiciar el diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición, aclaró el jefe de la diplomacia de este estado, durante su conferencia de prensa anual.
Sabemos que ese diálogo, en el que tenían esperanzas naciones de la región, finalmente se malogró porque parte de la oposición recibió presiones desde el extranjero, en especial desde Estados Unidos, y esa influencia hizo irreconciliable a una parte de la oposición, consideró.
Eso lo vemos con mucho pesar porque ahora incluso se admite una posible injerencia militar en los asuntos internos de Venezuela, subrayó.
Además, son lamentables las declaraciones de que ahora los Estados Unidos van a reconocer solo al máximo dirigente del Parlamento venezolano (en rebeldía desde marzo de 2017), en lugar de al legalmente elegido presidente Nicolás Maduro, apuntó.
Todo eso indica que la línea norteamericana de destruir o echar abajo a los gobiernos incómodos se mantiene como una de sus prácticas, no solo en América Latina, sino en otras regiones, estimó.
El pasado viernes, Rusia rechazó las maniobras injerencistas de Estados Unidos y sus aliados en Latinoamérica, tras la toma de posesión de mandatario venezolano, y denunció la violación de la soberanía del país suramericano en un comunicado de la Cancillería.
La referida dependencia se refirió a la política de Washington de intentar la creación de órganos anticonstitucionales, paralelos al actual gobierno de Venezuela, al ignorar las realidades de ese país.
En ese sentido, el documento destaca las maniobras de la Casa Blanca de desconocer a organismos legales y, al mismo tiempo, reconocer a otros anticonstitucionales, mientras cierra el cerco de sanciones económicas en torno a Venezuela.
La Cancillería también denuncia que la política norteamericana de restricciones lleva al empeoramiento de la situación socioeconómica, que golpea el bolsillo del pueblo venezolano, todo lo cual constituye una violación de la soberanía, señala.
De ninguna forma se puede permitir la división de la sociedad venezolana, más bien se debe buscar una conciliación interna, para unificar los esfuerzos del Gobierno y la oposición para reducir las tensiones y mejorar la situación en esa nación, señala.
Ello, claro está, debe realizarse con un total respeto de la Constitución de todas las partes y la ley vigente, indica el comunicado. (I)