El presidente ruso, Vladimir Putin, realizó ayer una visita sorpresa a la base aérea rusa Khmeimim en Siria. Su llegada se produce días después de que Moscú proclamara la “liberación total” del territorio sirio que controlaba el grupo Estado Islámico (EI), a pesar de que los yihadistas mantienen algunas pequeñas zonas de resistencia.

“En casi dos años, las Fuerzas Armadas rusas, en colaboración con el Ejército sirio, derrotaron en gran parte a los terroristas internacionales. Por lo tanto, tomé la decisión de retornar a Rusia a una parte significativa del contingente militar presente en Siria”, detalló Putin a la agencia Interfax.

No obstante, Putin dejó abierta la puerta a la presencia rusa continua en Siria, diciendo que tanto la base aérea en Khmeimim como la base naval de Tartus seguirían operando. Además, prometió intervenir en el futuro “si los terroristas se levantan nuevamente”, esto en referencia a las fuerzas opositoras que buscan derrocar al gobierno de Bashar al Asad.

La intervención rusa

El caos surgió en este país con la denominada ‘Primavera Árabe’ que nació en 2010. Su objetivo fue derrocar los gobiernos autocráticos. Tuvo éxito en Yemen, Túnez y Egipto, pero no en Libia y Siria, donde los gobiernos se negaron a abandonar el poder, lo que llevó al nacimiento de grupos terroristas.

El despliegue de tropas en Siria en 2015 marcó la primera gran campaña militar en el extranjero de Moscú desde la invasión de Afganistán bajo la Unión Soviética. En julio pasado, Rusia extendió el contrato de arrendamiento de la base de Khmeimim durante 49 años, lo que le dio a Moscú un punto de apoyo militar en la región.

Es decir, la intervención militar de Rusia en Siria reforzó el gobierno de Al Asad y lo salvó de la derrota al darle a las fuerzas sirias una ventaja contra las facciones rebeldes, apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos y sus aliados de  Oriente Medio. Por su parte, Irán, partidario clave de Al Asad, proporcionó asesores militares y ayuda.

Al Asad agradece a Rusia

El mandatario Bashar al Asad agradeció al presidente Putin y saludó “la participación eficaz (de los rusos) en la guerra contra el terrorismo”, según una declaración divulgada por los medios oficiales.

“Los sirios no olvidarán jamás lo que han hecho los militares rusos. Su sangre se ha mezclado con la sangre de los mártires del Ejército sirio”, declaró.

La intervención militar rusa en Siria cambió el rumbo de la guerra del régimen sirio contra el Estado Islámico (EI) y los rebeldes.  En cifras, de 4.000 a 5.000 militares rusos fueron desplegados en Siria en estos dos años. Oficialmente 40 efectivos rusos murieron desde el inicio de la operación, el 30 de septiembre de 2015.

En cuanto al futuro de Siria, Putin se comprometió a abordar vías de arreglo con los líderes egipcios y turcos, subrayando la importancia de convocar el Congreso de los Pueblos de Siria, así como del arranque de un proceso de solución pacífica.

Por su parte, el jefe del Comité de Defensa del Consejo de la Federación de Rusia, Víctor Ózerov, estimó que la retirada de las tropas rusas de Siria no durará más de “algunas semanas”.

Asimismo, el senador ruso, Víctor Bóndarev, precisó que distintas unidades de la aviación rusa, como bombarderos, cazas y cazabombarderos, así como sistemas de defensa antiaérea, seguirán desplegadas en Siria.

De acuerdo con The Washington Post, Putin, quien declaró la semana pasada que se postularía para un cuarto mandato como presidente, apuesta en gran medida su legado en el renacimiento de Rusia como el poder militar dominante en su región.

En este marco, ayer tras su escala sorpresa en Siria, Putin se desplazó a El Cairo para reunirse con el dirigente egipcio Abdel Fatah Al Sisi y luego se dirigió hacia Turquía, donde se reunió con el presidente Recep Tayyip Erdogan para tratar, entre otros asuntos, el conflicto sirio.

El Pentágono se pronuncia

Adrian Rankine-Galloway, portavoz del Pentágono,  reaccionó ayer con escepticismo al anuncio de la salida de una “parte significativa” de las tropas rusas desplegadas en Siria.

“Las declaraciones rusas sobre la retirada de sus fuerzas no suelen corresponderse con una reducción real de sus efectivos y no afectan las prioridades de Estados Unidos en Siria”, aseguró Rankine-Galloway.

Mientras que, una fuente anónima del Pentágono estimó que la salida de soldados rusos será “puramente simbólica”. (I)

El presidente ruso, Vladimir Putin (3izq.), y su homólogo sirio, Bashar al Asad, (centro) se reúnen con oficiales en la base aérea en Khmeimim. Foto: AFP

CRONOLOGÍA

Estas son las principales fechas de la devastadora   guerra en Siria, que registra 320.000 muertos desde marzo de 2011.

15/marzo 2011
→Empiezan manifestaciones sin precedentes en el país. El régimen sirio denuncia “rebelión armada de grupos salafistas”. La oposición se radicaliza y se extiende.

17/julio 2012
→El ESL lanza la batalla de Damasco. El gobierno conserva el control de la capital, pero zonas de la periferia pasan bajo control rebelde y se extienden a Alepo.

30/abril 2013
→El Hezbolá libanés reconoce que combate junto al régimen sirio. El Irán chiita se convierte en el principal aliado de Al Asad.

14/enero 2014
→Los yihadistas en Irak y en Levante (EIIL) conquistan la ciudad de Raqa. El Estado Islámico proclama un califato.

30/septiembre 2015
→Rusia inicia una campaña de bombardeos aéreos contra grupos “terroristas”, entre ellos el EI. Pero los rebeldes y Occidente acusan a Moscú de tener otros objetivos.

4/abril 2017
→Ochenta y seis civiles mueren, en un presunto ataque químico en la ciudad rebelde de Jan Sheijun (provincia de Idlib, norte). El Occidente acusa al régimen y Moscú niega denuncias.

7/abril 2017
→ Rusia dio por cumplida su misión militar en Siria y Serguei Rudskoi, del Estado Mayor ruso, declaró que el Estado Islámico fue erradicado de este país.