A 2 semanas de las elecciones presidenciales en Brasil, las candidatas más fuertes, la actual mandataria y aspirante del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, y Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), se disputan los votos de un sector que será decisivo: la clase media intermedia, un estrato que representa un tercio de los 141 millones de electores.

Según revela un estudio de Datafolha publicado por el diario Folha de Sao Paulo, es en el segmento de la clase media intermedia donde la lucha electoral entre Rousseff y Silva aparece más cerrada, ya que es el único grupo de la escala social donde ambas aparecen en empate técnico de cara a la  primera  vuelta del 5 de octubre, con el 35% y el 33% de intención de voto, respectivamente.

En el escenario de un balotaje, la situación se invierte. Silva aparece entonces con una ventaja algo superior al margen de error, que es de dos puntos. La candidata del PSB registra un 49% de las preferencias en la clase media intermedia, mientras que la mandataria solo marca un 41%.

La importancia de la clase media intermedia radica en que representa un tercio del electorado (32%). Este sector social, además, se duplicó desde 2002, cuando el padrino político de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, ganó su primera elección presidencial. Todo eso hace que la clase media intermedia sea adonde apunte el discurso actual de Rousseff y Silva.

“Con Dilma ya sabemos qué esperar. Mis padres votarán por ella, sin dudas. Pero yo no sé qué hacer. Aécio Neves (candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña) gobierna pensando en los sectores más ricos y Marina es una incógnita; está apoyada por banqueros, pero viene de la más extrema pobreza y fue militante del PT, declaró Fabiana Duarte, una abogada de 28 años, quien forma parte de ese sector al cual tratan de convocar las aspirantes a la presidencia.

Otro dato que destaca el estudio es el aumento escalonado en la intención de voto de la candidata del PT conforme disminuye la clase social del elector. En la clase alta, Silva se impone con un 36%, mientras que el opositor Aécio Neves está segundo con el 33%. Rousseff queda atrás con el 19% de la intención de voto. En la clase media alta, la brecha se acorta, con Silva a la cabeza (35%), seguida de Rousseff (27%). En cambio, en los estratos de menores ingresos se impone la actual mandataria: 40% contra el 28% de la ecologista en la clase media baja, y un arrollador 49% sobre el 23% de Silva entre los marginados de la escala social.

“Es sobre todo en el segmento de personas que ganan entre dos y cinco salarios mínimos (1.448 y 3.620 reales, unos $ 610 y $ 1.525), la ‘nueva’ clase media, que se ven más cuestionamientos. Es gente que accedió a bienes de consumo y servicios a través de créditos, pero también mejoró su educación y su nivel de exigencia, sobre todo en lo que respecta a las fallas en los servicios públicos, el aumento de la inflación, y la corrupción”, comentó al diario argentino La Nación Mauro Paulino, director de Datafolha.

Con él concuerda Renato Meirelles, director del Instituto Data Popular, especializado en el estudio de la nueva clase media, que hoy equivale a 110 de los 202 millones de habitantes del país. Para Meirelles, especialmente los jóvenes de la nueva clase media -que en grandes números salieron a las calles con otros integrantes de la clase media tradicional durante las protestas de junio de 2013 en contra de los gastos por el Mundial de Fútbol y en reclamo de mejores servicios públicos- son quienes están impulsando el deseo de cambio y se inclinan por Silva.

DATOS

El último sondeo de Datafolha muestra a Rousseff con amplia ventaja sobre Silva en la primera vuelta del 5 de octubre. De empate técnico, Rousseff pasó a tener 7 puntos de ventaja sobre Silva (37% contra 30%).

En el tercer lugar figura Neves, con 17% de los votos, mientras otros 8 pretendientes a la presidencia consiguieron menos de 1% de los votos, según la última encuesta de Datafolha.

En una eventual segunda vuelta, ambas están en empate técnico, Silva con la menor delantera que ha tenido ante Rousseff hasta ahora, 46% contra 44%.

En esta recta final, el Partido de los Trabajadores (PT) emprendió una movilización nacional en las principales ciudades de Brasil con miras a lograr respaldo a la reelección de Rousseff.