Rousseff es "guerrera" y defenderá sus cuentas en el Congreso
La presidenta Dilma Rousseff defenderá su rendición de cuentas en el Congreso, dijo este jueves su jefe de gabinete, después que la auditoría rechazara los gastos de 2014 y alentara a la oposición, que busca iniciarle un juicio político.
"Es una guerrera, y opera muy bien justamente en las dificultades", dijo Jaques Wagner en una esperada conferencia de prensa en Brasilia.
El Tribunal de Cuentas (TCU) de Brasil rechazó el miércoles la rendición del gobierno en el ejercicio 2014, señalando que se habían maquillado los números para mejorar el resultado fiscal y que habían detectado distorsiones en la administración de fondos por hasta 106.000 millones de reales (27.390 millones de dólares al cambio actual).
Órgano que asiste al Congreso y que fiscaliza las cuentas de otros poderes del Estado, el TCU también detectó retrasos en los pagos del gobierno a entidades financieras públicas destinados a planes sociales, obligándolas a usar recursos propios, lo que está vedado por la ley de responsabilidad fiscal que no permite que la banca pública conceda créditos al Tesoro.
"La presidenta hubiese preferido que el análisis del tribunal acabara de otra forma, pero encaró la decisión con respeto; entiende que ya hemos dado vuelta esa página y ahora vamos a dar la batalla en el juicio, que será hecho por el Congreso", añadió Wagner.
Tras el parecer unánime del TCU, el Parlamento deberá votar si lo acepta. En caso de que ambas cámaras apoyen al tribunal, algo que podría demorar meses, algunos analistas creen que se configuraría el primer elemento técnico para un impeachment.
La oposición lo da por descontado: el fallo de la auditoría fue celebrado el miércoles como un hecho que deja a la presidenta un paso más cerca de la destitución.
El jefe de gabinete de Rousseff advirtió este jueves que "una herramienta tan noble, tan especial como el impeachment, que quitaría el poder a alguien que lo obtuvo mediante el voto, no puede ser usado como herramienta política".
Fragilizada por una crisis económica y por las revelaciones de una red de corrupción en la estatal Petrobras que riegan a su Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Rousseff vio como el apoyo a su gobierno se desbarrancó a 10%.
Esta semana, además, el tribunal electoral decidió reabrir una investigación para determinar si se cometieron abusos durante su campaña de 2014, otro procedimiento que tras un complejo camino podría terminar precozmente con su mandato. (I)