La presidenta brasileña Dilma Rousseff, exguerrillera presa y torturada por la dictadura (1964-1985), tachó este martes de "lamentable" el homenaje que un diputado rindió al "mayor torturador de Brasil".

Al momento de votar en la sesión en la que se aprobó el impeachment de la presidenta el domingo, el diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro dijo en relación a la izquierda: "perdieron en 1964, perdieron ahora en 2016. Por la familia (...) contra el comunismo, por nuestra libertad, por la memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el pavor de Dilma Rousseff, (...) mi voto es sí".

Ustra fue el jefe del brazo represor armado en Sao Paulo entre 1970 y 1974 y se le atribuyen unos 70 muertos y desaparecidos en esta ciudad, según datos de la Comisión de la Verdad que investiga los crímenes de la dictadura. Murió en octubre de 2015 a los 83 años.

"Creo que es lamentable, de hecho yo fui encarcelada en los años 70, de hecho conocí ese señor al que [Bolsonaro] se refiere y que fue el mayor torturador de esa época y el responsable de muchos muertos", declaró la presidenta.

Marxista, Rousseff entró en la resistencia contra la dictadura y en 1970, con 22 años, fue condenada a prisión por pertenecer a un grupo armado clandestino, responsable de asesinatos en robos bancarios.

Hace pocos años fue divulgada una foto de Rousseff con mirada desafiante ante un tribunal militar en aquellos años.

Hoy en día, la mandataria enfrenta un juicio de destitución que fue aprobado por una aplastante mayoría en la cámara de Diputados el domingo pasado.

El proceso pasa ahora al Senado, donde se decidirá si hay base para abrirle un juicio por presunto maquillaje de las cuentas públicas.

Si la moción se aprueba y el juicio se instala, Rousseff sería separada transitoriamente del cargo y sustituida por su vicepresidente Michel Temer, a la espera de que los propios senadores declaren en un plazo máximo de 180 días si es culpable o inocente. (I)