ENTREVISTA
Richard Salazar: “Biden sería mejor para la política de América Latina, sigue la línea de Obama”
Hoy Estados Unidos decide su futuro en las elecciones. Donald Trump, quien apuesta por la reelección, y Joe Biden, quien fue vicepresidente, y está adelante del candidato republicano, según las encuestas de ese país.
Aunque nada está definido todavía porque el sistema electoral estadounidense es complejo, extraño y funciona con colegios electorales.
Richard Salazar, doctorando de la Universidad de California, conversó con este Diario sobre este tema y su impacto en la relación con América Latina.
¿Las encuestas se inclinan por Joe Biden. ¿Tiene un margen de ganancia más cercano que para la reelección de Donald Trump?
Casi todas las encuestas le dan una victoria a Biden, unas con el 3%, otras con el 10% y el 12% de ventaja. Aparentemente, Biden tiene muchas posibilidades de ganar, pero nunca se sabe hasta el último momento porque siempre hay sorpresas en las elecciones de muchos países.
Por ejemplo, al final la elección puede definirse por poquísimos votos, eso ocurrió en 2000 entre George Bush y Al Gore. En esa ocasión se contó voto a voto en el colegio electoral de Florida.
Además, hay otro tema importante: Trump es un personaje populista, apela a la división de la población, a los estereotipos, y al “establishment” de la mayoría blanca tradicional. Ellos están fastidiados porque las minorías étnicas de los afroamericanos, latinos y asiáticos adquieran derechos.
Hace años esperaban un discurso como el Trump, quien gobierna por Twitter, es muy similar a Correa, no tiene miedo a insultar, denigrar, o humillar a las personas. A algunos les gusta todo eso pero no lo dicen públicamente, es decir, hay un voto oculto. Esto también puede tener algún nivel de impacto en las elecciones de hoy.
Richard Salazar hace un análisis sobre los comicios en EE. UU., este martes 3 de noviembre de 2020. Archivo / ET
El sistema de elecciones en EE.UU. es bastante complejo. ¿Cómo se explica?
El colegio electoral es bastante extraño para quienes tenemos votación directa. La gente va a votar en los 50 estados, ya lo han hecho 70 millones de personas. Después, el ganador en cada estado obtiene los votos del colegio electoral, que a su vez alimenta al colegio electoral nacional. Es decir, que cada uno de los estados tiene un número de votos del colegio electoral. Por ejemplo: California tiene 55 votos; Oregón 7; Florida 29; Nueva York 29, entre otros.
Si un candidato gana en un estado obtiene el 100% de los votos de él. Por ejemplo, sí Biden gana en California, los 55 votos de ese estado son para él.
Los candidatos buscan una mayoría de ese colegio electoral, que tiene 538 votos en total, y es la suma de cada estado. Para ganar la presidencia de EE.UU. un candidato necesita 270 votos.
Existe una forma bastante marcada de votación hace 50 años en Estados Unidos, hay 23 estados republicanos, llamados “estados rojos”; y 20 que son demócratas, llamados “estados azules”. Es paradójico, los republicanos que son conservadores y de derecha, tienen la denominación de rojos. Mientras en el resto de Occidente los de ese color son los socialistas.
Sin embargo, quedan siete estados que siempre varían y a ellos se les denomina los “estados bisagra”. Al final de sus campañas, los candidatos siempre se enfocan en ellos. Por ejemplo, el viernes pasado Trump y Biden estuvieron en Florida, que tiene 29 votos.
Es un sistema atípico y extraño, a menudo conflictivo y polémico. Hace cuatro años Hillary Clinton tuvo 3,5 millones de votos más que Trump, sin embargo, no ganó en los estados clave y no pudo llegar la Casa Blanca. Ella triunfó en California y en los “estados azules”. Pero esos votos no suman, sino los del colegio electoral. Trump ganó en los “estados bisagra” y se convirtió en presidente.
¿Por qué hay siete “estados bisagra”?
Eso responde a una perspectiva más neutral. En caso de Florida, Ohio, Carolina del Norte no son estados politizados y no tienen raigambre con bases republicanas o demócratas. A menudo tienen otros partidos locales que no son fuertes para ir a las elecciones nacionales.
Por ejemplo, Florida es el estado de mayor importancia para definir elecciones, por eso la llaman la “joya de la corona”. Allí hay muchos migrantes latinoamericanos, que son impredecibles, porque podrían estar en contra de Trump. Él hace cuatro años ofreció construir un muro en la frontera México-Estados Unidos para impedir el ingreso de migrantes. No obstante, muchos latinos votaron por Trump y ahora mismo lo siguen apoyando, incluso los de primera o segunda generación de cubanos. Ellos son empáticos al discurso del primer Mandatario sobre Biden y el socialismo porque les recuerda la huida de sus familias de Cuba por el régimen de Fidel Castro.
Florida es la incógnita para este proceso. Biden es moderado, no ha tenido comentarios en contra de los latinos ni de otras nacionalidades. Sin embargo, el candidato demócrata no concedió ninguna entrevista a importantes canales de televisión en español y ha dado prioridad a otros temas.
El manejo de Trump de la pandemia levantó muchas críticas y terribles resultados: más de 250 mil muertos y más de 9 millones de contagiados. ¿Este tema influye o no en la votación?
Biden y Trump han disputado sobre el estilo de manejar la pandemia. El mal manejo de Trump le ha pasado factura, él decía que la gripe común mata más gente que la covid-19. Se burlaba de Biden y aseguraba que es débil y da risa que vaya a todo lado con mascarilla. Pero a mucha gente, que tiene un familiar infectado por el coronavirus, eso le parece un discurso demagógico e irresponsable.
La cifra de muertos es una barbaridad porque Estados Unidos solo tiene el 4% de la población mundial, pero alrededor del 20% de fallecidos por la pandemia. Es una proporción enorme, hay rebrotes y un temor de la gente para salir.
La pandemia es un tema decisivo en la campaña. Biden dijo que si él gana tendrá un manejo totalmente distinto al de Trump en este caso.
Trump ha prometido recuperar la economía de Estados Unidos y constantemente habla sobre este tema. Pero hay millones de personas que perdieron el empleo, ¿qué pasará con eso y cuál es la propuesta de Biden sobre el tema?
Trump dice que su gobierno es el mejor de la historia y que la economía del país jamás ha estado tan bien. Sin embargo, hay que reconocer que en 2018, la economía subió de manera importante y en este momento esa economía demuestra una recuperación en este año de pandemia.
En Estados Unidos hay mecanismos que permiten seguir funcionando a la economía, que es sólida y fuerte y con el consumo boyante. Allí están empresas gigantes como Amazon, que entregan con una velocidad impresionante aunque cueste 2 dólares. Hasta julio de este año, casi 25 millones de personas perdieron el trabajo como consecuencia de la pandemia y pidieron la ayuda del Seguro Social. Esto también trae consecuencias, una cuestión es la macroeconomía; otra la economía de los hogares.
Hay despedidos de personas con 60 años, que buscan trabajo y no contagiarse. También hay un nicho de personas que votaron por Trump, que son blancas, mayores, y han visto perder el trabajo a sus hijos y están desengañados del mandatario.
Ellos miran hacia Biden, quien genera confianza y no es profundamente progresista. Él es de centro, liberal, y ha sido durante más de 47 años senador de Delaware. Los blancos estadounidenses también se ven bien representados por él.
Joe Biden estuvo de acuerdo en que EE.UU. intervenga Iraq, por las armas químicas. Estaba en el ala conservadora en ese tema, tiene una perspectiva liberal de la economía y apoya el multilateralismo, algo importante que avanzó en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial.
En cambio, Trump salió de todos los tratados internacionales de comercio, hizo nuevos acuerdos con Canadá y México, redefinió todo con Europa y quiere salir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque miente.
El actual primer Mandatario ha tenido una gestión polémica, no organizada, ha sido intestinal en sus decisiones y ha tratado de favorecer a grupos de poder transnacional y a sus propios negocios.
¿Qué impacto social y político tiene la elección de Estados Unidos para América Latina?
Biden sería afable con América Latina, sigue la línea de Obama que abrió relaciones diplomáticas con Cuba y para negociar temas comerciales. Incluso para el acuerdo comercial de Ecuador-Estados Unidos, que quedó congelado por la pandemia. Trump es un hombre de negocios, pragmático y un país pequeño como Ecuador, no le va a interesar tanto para firmar ese acuerdo. Él se enfocaría en tratar de recuperar la economía de países grandes y de hacer otra línea de trabajo.
Trump debe llegar acuerdos concretos con China, su guerra comercial afecta a los propios estadounidenses que se han ido a la quiebra porque producían para el gigante asiático. Él se enfocaría en esos mercados grandes.
Creo que Biden sería mucho mejor para la región. (I)