Los restos del dictador español Francisco Franco fueron exhumados
Luego de 44 años de un entierro bajo el estricto protocolo de una dictadura, los restos del ex dictador general español Francisco Franco fueron exhumados del mausoleo donde fue enterrado en 1975 al cercano cementerio estatal de Mingorrubio en El Pardo, donde está enterrada su esposa.
A pesar de la negativa del gobierno a autorizar dos manifestaciones, unos 200 simpatizantes de Franco protestaron contra un bloqueo policial cerca del cementerio de Mingorrubio, reportaron medios locales.
Personas de todas las edades sostenían banderas y carteles en español que decían “Franco, ¡gracias!” y la leyenda “Unidad Nacional”.
Franco hizo levantar una enorme cruz de 150 metros y un mausoleo que acoge más de 33.800 cuerpos, muchos de ellos, extraídos de fosas comunes, sin el conocimiento de sus familias, para yacer sobre ellos.
La exhumación comenzó a las 10:30 de la mañana en Cuelgamuros, el lugar que Franco escogió en 1940 para levantar su mausoleo. 22 familiares del dictador (nietos, cónyuges y bisnietos) acudieron a la basílica, aunque solo dos, sus nietos José Cristóbal y Merry Martínez-Bordiu, presenciaron la extracción del féretro, dentro de una carpa en la que también se encontraban la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino; el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños; el subsecretario de vicepresidencia, Antonio Hidalgo; los operarios de la funeraria y un forense.
Dentro de la ceremonia privada, todos los familiares, así como las autoridades y los empleados de la funeraria tuvieron que pasar por un escáner para comprobar que no llevaban dispositivos de grabación. De hecho, uno de los nietos de Franco, Francis, fue obligado a dejar la bandera en la entrada para poder entrar en la basílica.
Las autoridades permitieron que ocho familiares del dictador, entre ellos, cuatro nietos, lleven a hombros el ataúd original del entierro, de 1975, hasta la salida de la basílica. En ese recorrido, de unos 300 metros, pasaron por delante de la tumba de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, y del pasillo de criptas en las que yacen más de 33.800 víctimas de la Guerra Civil, enterradas sin nombre y apellidos y en muchos casos amontonadas después de que filtraciones de agua deshicieran las cajas de los columbarios.
La exhumación de Franco es un tema que ha dividido la opinión en España durante décadas y ocurre después de una batalla legal de un año entre el Gobierno socialista provisional del presidente del Gobierno en funciones de España, Pedro Sánchez, y familiares de Franco.
La exhumación fue una de las promesas de política clave de Sánchez cuando llegó al poder el año pasado y el Partido Socialista titular hizo un decreto real en agosto de 2018. La familia de Franco y sus partidarios de extrema derecha se opusieron al plan y la familia apeló sin éxito la decisión en los tribunales.
Franco gobernó España desde finales de la década de 1930 hasta su muerte. El régimen nacionalista llevó a cabo miles de ejecuciones durante la Guerra Civil española y en los años siguientes.
Después de la Segunda Guerra Mundial, fue visto por muchos como el último dictador fascista sobreviviente y fue condenado al ostracismo por las Naciones Unidas. Su régimen fue parcialmente rehabilitado durante la Guerra Fría debido a la firme ideología anticomunista de Franco.
En 2007, el Gobierno español aprobó la Ley de Memoria Histórica, que condena formalmente al régimen de Franco y prohíbe los eventos políticos en el Valle de los Caídos. También reconoce a las víctimas de la Guerra Civil y el estado franquista y promete ayuda a esas víctimas y sus descendientes. (I)