Aceptada la renuncia del presidente de Argelia se da paso a transición
El Consejo Constitucional aceptó este 3 de abril la renuncia a la presidencia presentada ayer por Abdelaziz Bouteflika, tras seis semanas de masivas protestas populares.
En un comunicado oficial, la institución que preside Tayeb Belaiz explicó que ha decidido declarar "vacante de forma definitiva" la presidencia y elevar el expediente al Parlamento para que ponga en marcha el periodo de transición.
"Se ha declarado la vacante definitiva de la Presidencia de la República conforme a la disposición cuarta del artículo 102 de la Constitución", puntualizó la nota.
Agregó que "el acta de declaración de la vacante definitiva será comunicada hoy 3 de abril de 2019 al Parlamento, conforme al artículo 102 punto 05 de la Constitución".
Según la Carta Magna, una vez que el Parlamento y el Senado acepten el dictamen del Consejo Constitucional, la jefatura interina del Estado quedará en manos del presidente de la segunda cámara, Abdelkader Bensalah, quien tendrá noventa días para convocar nuevas elecciones en las que él no podrá participar.
El periodo de transición queda igualmente bajo la tutela del exministro de Interior Nouredin Bedaui, confirmado este lunes como jefe del Gobierno de transición, y el comandante jefe del Ejército, general Ahmed Gaïd Salah, nuevo hombre fuerte del país.
Argelia amaneció este miércoles envuelta en la alegría y plagada de incertidumbres, tras la sorpresiva renuncia de Bouteflika tras seis semanas de protestas masivas en las calles y en medio de un pulso entre Gaïd Salah y el círculo de poder que protegía y manejaba al enfermo mandatario.
La dimisión sorprendió anoche solo por su inmediatez, ya que ocurrió apenas 24 horas después de la publicación de un comunicado de la presidencia en la que se anunciaba que Bouteflika, de 82 años y enfermo de gravedad desde 2013, renunciaría antes del 28 de abril, fecha en la que expiraba su mandato.
Este miércoles, acabada la euforia en las calles que se desató ayer, la sensaciones más compartidas eran de escepticismo y cautela, con mensajes de agradecimiento al presidente.
Y muchas dudas sobre si Gaïd Salah, un militar de la vieja guardia, mano derecha y fiel a Bouteflika durante sus veinte años de Gobierno, es la persona adecuada para tutelar y liderar la transformación económica y social que el pueblo argelino demanda en las calles. (I)