Relaciones entre Uruguay y Argentina se tensan
La decisión del presidente José Mujica de autorizar a la empresa UPM (exBotnia) a producir 100.000 toneladas más de celulosa enfureció al Gobierno argentino, que anunció que el diálogo “está roto”, llevó el caso a La Haya y divulgó un informe ambiental.
En medio de gran expectativa y sabiendo las consecuencias que traería su decisión, Mujica anunció el miércoles que UPM podrá aumentar su producción en 100.000 toneladas de celulosa al año.
Mujica explicó que “la función de gobernar a veces nos obliga a tomar decisiones dolorosas” y reconoció que su resolución probablemente cause “tensión, malentendidos, pero nadie va a separar de mi corazón el cariño y respeto que le tengo al pueblo argentino”.
“Nos hemos quedado en los hechos, sin espacio para poder negociar con respecto a la demanda que hace un par de años venía haciendo UPM para aumentar en un diez o veinte por ciento su producción”, dijo un Mujica que parecía apesadumbrado y que reconoció que su decisión era “inoportuna” por encontrarse Argentina en una etapa electoral.
Ante esto el canciller argentino, Héctor Timerman, anunció que la decisión de Uruguay de autorizar el aumento de la producción a la pastera UPM (ex Botnia) “dejó a nuestro país en la obligación de recurrir a la Corte Internacional de La Haya”.
En ese sentido, el canciller argumentó que la decisión uruguaya “afecta y viola los tratados internacionales y la sentencia de la propia Corte de La Haya”.
Además, el funcionario argentino remarcó: “Argentina lamenta que los intereses de Botnia sean tan poderosos que determinen la relación entre Uruguay y Argentina. Impediremos ser doblegados por una empresa trasnacional”.
“Uruguay ha roto el diálogo unilateralmente. La Argentina se encuentra liberada de la obligación de anunciar conjuntamente los informes ambientales”, sostuvo Timerman. Y para justificar la postura el canciller detalló que en las aguas del río Uruguay se detectaron irregularidades en la temperatura del agua, así como un alto contenido de fósforo en el efluente, la presencia de pesticidas, cromo y fenoles.
“Incluso, el endusolfan fue prohibido en Uruguay por el propio Mujica”, señaló. Para graficar, dio algunos números: tanto fenoles como cromo superan en un 400 por ciento el máximo permitido.
Pero el informe fue rechazado ayer por el presidente uruguayo, quien acusó a la Argentina de manipular la información para dar una idea “terrorífica” de los riesgos ambientales sobre una planta de celulosa, y que se aprovecha la ignorancia de la gente sobre temas muy técnicos para asustar al pueblo.
Así Mujica criticó duramente al canciller argentino Héctor Timerman y lo acusó de ocultar información sobre el impacto ambiental del lado argentino y puso como ejemplo lo mencionado a un insecticida. “Lo que no dijo el canciller es que del lado de Gualeguaychú, en el agua, se encontró diez veces más endosulfán que de este lado”, exclamó Mujica.