Rastro de destrucción tras protestas en centro de Río de Janeiro
El centro de Río de Janeiro amaneció este martes con un rastro de destrucción, después de los actos vandálicos con que terminaron las protestas celebradas la noche del lunes.
Varias tiendas y sucursales de bancos tenían los escaparates reventados y algunos locales comerciales habían sido saqueados en las inmediaciones de la céntrica avenida Río Branco, donde tuvo lugar la manifestación, que demandaba subidas salariales para los profesores.
La fachada de la Cámara Municipal, el órgano legislativo de esta ciudad brasileña, estaba cubierto de grafitis con mensajes a favor de los profesores y que pedían la dimisión de varias autoridades locales, en especial, del gobernador regional, Sergio Cabral.
La protesta de profesores reunió a cerca de 10.000 personas, según la policía, o 50.000, según el sindicato de profesores, y fue pacífica, hasta que un pequeño grupo de manifestantes con el rostro cubierto comenzó una serie de actos vandálicos.
Durante los enfrentamientos, que se alargaron durante más de tres horas, los grupos violentos quemaron un autobús y apedrearon al menos otros cinco.