Rajoy pide a extesorero negar contabilidad paralela
El escándalo de corrupción originado por el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, alcanzó ayer al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
El diario El Mundo publicó mensajes de texto que intercambiaron ambos personajes en los que el gobernante español ofrece su respaldo pese a las acusaciones que agobiaban al ahora exaliado.
Bárcenas actualmente está en prisión y es investigado por manejar una contabilidad paralela durante años del oficialista PP.
El escándalo surgió a principios de año cuando el diario El País publicó unos manuscritos, atribuidos a Bárcenas, en los que constaba supuestamente la real contabilidad del PP. Allí aparecen sobresueldos a importantes dirigentes de la agrupación política, incluido el propio Rajoy.
De igual manera hay donaciones realizadas por importantes empresarios españoles que nunca fueron notificadas al fisco. Pese al escándalo, el PP defendió a su extesorero y tachó a los papeles como falsos.
Bárcenas hizo lo propio, pero meses después reconoció la veracidad de la información. Fue allí cuando cayó en desgracia y se convirtió en el principal enemigo de la agrupación política que hoy gobierna España.
Ahora, desde la cárcel el extesorero ha revelado más información a los medios, que incluyen conversaciones mantenidas con Rajoy.
Los mensajes, cuya existencia el PP admitió implícitamente, abarcan de mayo de 2011 a marzo de 2013 y muestran, según el diario que “Rajoy mantuvo un contacto directo y permanente (como mínimo de mayo de 2011 a marzo de 2013) con el extesorero y le pidió que negara la contabilidad B y los sobresueldos”.
La relación se quebró luego de que abogados del PP impidieran a Bárcenas tomar documentos del despacho que usaba en Génova. Entonces le escribe a Rajoy: “Tú sabrás a qué estáis jugando, pero yo quedo liberado de todo compromiso contigo y con el partido”.
El diario español afirma que ese día “Bárcenas inició los contactos con periodistas y columnistas para desgranar la verdadera contabilidad ‘popular’”.
En la noticia publicada ayer, El Mundo reconoce el especial interés de Bárcenas en publicar la información. No es la primera exclusiva del diario.
La semana pasada, su director, Pedro J. Ramírez, escribió una crónica titulada “Cuatro horas con Bárcenas” en la que el extesorero acusa a los principales dirigentes del PP, especialmente a su vicepresidenta, Dolores Cospedad, a quien culpa de todos sus males pues la responsabiliza de la primera filtración, la que publicó El País en enero pasado.
Esta situación ha permitido a la derecha española acusar a los medios de comunicación de dejarse usar por parte de Bárcenas, quien busca crear un caos político para presionar al PP, pero que este a su vez lo defienda en las cortes.
Lo cierto es que el tono de los anteriores mensajes entre ambos, o de Rajoy con la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias, es de apoyo y cariño. El Mundo señala, además, que tras la aparición de las cuentas en Suiza de Bárcenas, este mantuvo contactos directos con el presidente.
En los SMS publicados solo hay uno fechado después de que trascendiera la existencia de una cuenta suiza de Bárcenas con 22 millones de euros, el 17 de enero de este año, así como que se publicara la primera información, en El Mundo, sobre pagos de sobresueldos dentro del PP.
Además, el extesorero le manifiesta su agradecimiento por “el apoyo que personalmente siempre me has dado”. La contestación de Rajoy dice: “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo”.
Posteriormente, el 6 de marzo, el móvil de Bárcenas registra una llamada perdida de Rajoy, y el periódico no da cuentas de más SMS entre ambos.
El Mundo publica las fotos de 10 pantallas de teléfonos móviles en las que se aprecian extractos de los diálogos amistosos en diferentes fechas de los últimos dos años y en las que el jefe del gobierno les expresa que “hacemos lo que podemos” y les pide “tranquilidad”.
Las repetidas revelaciones en los medios de comunicación sobre este caso y otros escándalos de corrupción han provocado la indignación en un país hundido en la crisis y golpeado por un desempleo récord.
“El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ante la insostenible situación política por la que atraviesa España, se ve en la obligación de exigir la inmediata dimisión del presidente del gobierno, señor Rajoy”, declaró el jefe de la agrupación y líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una conferencia de prensa en Madrid.
“Esta petición de dimisión inmediata rompe todas las relaciones con el Partido Popular”, agregó el dirigente socialista.
A ese llamado se han unido grupos opositores minoritarios en el Parlamento español. Por ejemplo, el portavoz de Izquierda Unida, José Luis Centella, pidió la dimisión de Rajoy y que disuelva el Parlamento este lunes y convoque a elecciones anticipadas.
“Así no se puede gobernar. Tenemos un presidente pendiente de lo que dice Bárcenas”, lamentó Centella. Para el dirigente de IU existen “datos muy evidentes” de la vinculación de Bárcenas con el PP y de la supuesta financiación ilegal del partido.
Mientras que la líder de Unión, Progreso y Democracia ( UPyD), Rosa Díez, envió una carta a los portavoces de todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, en la que les pide apoyo para presentar una moción de censura, “el único y último recurso constitucional y político que obligaría a Rajoy a rendir cuentas ante los ciudadanos”.
Según el reglamento, la moción no obliga a comparecer al presidente del gobierno, solo al candidato, y a los partidos que la promueven.
Respuesta del PP
“Nos preocupa cero” lo que haga Luis Bárcenas, dijo el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano.
En una comparecencia en Jerez de la Frontera (Cádiz), el dirigente aseguró que su agrupación política no va a ceder “a ningún intento de chantaje, se haga en público o privado”.
Acusó al líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, de estar en “connivencia” con “las mentiras de un presunto delincuente”, en referencia al pedido de renuncia.
Floriano afirmó que los mensajes publicados “son la prueba material de un intento de chantaje” que hizo Bárcenas a Rajoy en privado y “del que no obtuvo nada”, por lo que ahora está intentando hacerlo “a la luz pública”.