El líder del Partido Popular (PP, centroderecha), Mariano Rajoy, dio a conocer  ayer  las líneas generales de su gobierno, que incluye una reducción del déficit público de 16.500 millones de euros ($ 21.450 millones) en 2012 y el aumento solo de la partida destinada a las pensiones.

En su esperado discurso en el Congreso de los Diputados, que hoy  votará su investidura como nuevo jefe del Ejecutivo de España, Rajoy citó como sus dos grandes premisas detener la sangría del desempleo y estimular el crecimiento económico.

Tras afirmar que el desequilibrio entre ingresos y gastos de las Administraciones Públicas se saldará este año, según las previsiones del actual gobierno, en más de 65.000 millones de euros de déficit, el 6 % del PIB, y sugerir que esta cifra puede verse superada, Rajoy anunció que en 2012  España tendrá que reducir en 16.500 millones de euros el desfase entre ingresos y gastos. Con ello, se respetaría el 4,4 % del PIB fijado como límite.

En su exposición, Rajoy enumeró algunas medidas que se propone adoptar, entre ellas la Ley de Estabilidad Presupuestaria para incorporar la obligación de limitar el gasto público que comenzará a ser tramitada en enero; culminar el saneamiento del sector financiero español y reformas estructurales para hacer la economía  más competitiva, además de la modernización de la legislación laboral.

Luego de resaltar  que el panorama económico del país no puede ser más sombrío con la economía española que no crece y el número de personas que buscan empleo sin encontrarlo que ronda ya los 5.400.000 (el 23 % de la población activa),  Rajoy subrayó que se concentrará en estimular el crecimiento y potenciar la creación de empleo.

Como segunda tarea, el líder del PP  señaló asegurar la plaza que le corresponderá a España en el mundo que surja de esta crisis, “que ya no será el mismo”, por lo que dijo  que importa mucho que vean  a España  como una economía solvente.

El  dirigente  conservador  advirtió que la única y exclusiva partida que tiene previsto aumentar en 2012 es la destinada a actualizar las pensiones de los jubilados, a partir del próximo 1 de enero, para que recuperen su capacidad adquisitiva.

La congelación de las pensiones fue una de las medidas más criticadas de las adoptadas por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para reducir el déficit público hasta dejarlo este año en el 6% del PIB. Todas las demás partidas de gasto son susceptibles de ser sometidas a recortes, puntualizó Mariano  Rajoy.

El nuevo jefe del Gobierno español explicó que las medidas consideradas  más urgentes serán adoptadas por el Consejo de Ministros el próximo 30 de diciembre, el segundo que presidirá tras su designación como nuevo jefe del Ejecutivo hoy, la primera será el viernes 23 de diciembre. 

En un discurso sin grandes sorpresas, el líder del Partido Popular anunció una nueva reestructuración del sistema financiero, con más fusiones bancarias y el establecimiento de mayores necesidades de capital para mantener la solvencia.