Al grito de "¡Rusia sin Putin!", unos 20,000 opositores se reunieron al caer la tarde en la plaza de Pushkin, cerca del Kremlin. El objetivo era cuestionar los resultados, denunciar fraude y exigir una repetición de los comicios.

La manifestación transcurrió de manera pacífica. Al culminar la protesta, la policía dispersó violentamente a las personas que habían prometido quedarse en la plaza hasta que renunciara Putin. Más de 500 detenidos 500 fueron puestos este martes en libertad.

El primer ministro ruso y Presidente electo, Vladimir Putin, reconoció que hubo irregularidades en las elecciones presidenciales del pasado domingo, tal como denunció todo el arco opositor y los observadores internacionales. El Primer Mandatario electo obtuvo más del 63% de los votos.

Por supuesto, irregularidades las hubo. Hay que denunciarlas y hacerlo de tal forma que a todos les quede todo claro", afirmó Putin, quien ha defendido la limpieza de su victoria "en una lucha abierta y limpia".

El Mandatario elegido prometió, el pasado lunes, a sus rivales en las presidenciales, que daría órdenes a la Comisión Electoral Central para que se investiguen las supuestas irregularidades.

"Todavía no hablé con Vladimir Churov (el presidente de la Comisión Electoral)" pero "seguramente tendré una conversación con él y le pediré que analice exhaustivamente todas las posibles violaciones", expresó Putin.