PSOE y Podemos se acercan en España para hacer frente a Rajoy
Tras meses de recelos y rencillas, los dos líderes de la izquierda española, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, escenificaron este martes un acercamiento con el que quieren construir una alternativa al Partido Popular de Mariano Rajoy, que gobierna España en minoría.
En una reunión en Madrid, Sánchez, líder del Partido Socialista, e Iglesias, jefe de Podemos, abordaron una serie de problemas concretos, como el futuro de 500.000 jóvenes desempleados, la protección de las pensiones públicas o el desarrollo de la ley de igualdad entre hombres y mujeres.
Para acercar posiciones y desarrollar iniciativas en el Parlamento, ambas formaciones crearán grupos de trabajo conjuntos que empezarán a reunirse "en el mes de julio", tal y como dijo Iglesias.
De esta forma, el PSOE (primera fuerza de oposición) y Podemos (segunda fuerza) quieren cimentar un bloque de izquierda en el Parlamento, con el objeto último de echar del gobierno a un Partido Popular acribillado por los escándalos de corrupción.
"Mi prioridad es que Mariano Rajoy no siga siendo presidente del gobierno", afirmó Sánchez en cadena televisiva la Sexta. El líder socialista, que no es diputado, descartó no obstante a corto plazo una moción de censura contra el gobierno conservador, tras la que Podemos promovió recientemente y sin éxito.
El encuentro entre ambos llega tras unos gestos de acercamiento por parte de Sánchez, y simboliza una tregua entre dos partidos que compiten por el liderazgo de la izquierda española.
Uno de esos gestos ha sido su visión de España como "Estado plurinacional", en plena fiebre independentista en Cataluña.
El PSOE se opone al referéndum sobre la independencia que el gobierno catalán quiere celebrar el 1 de octubre.
Pero la defensa de ese concepto lo acerca a Podemos, que aboga por una consulta pactada con el gobierno central y considera Cataluña como una nación. Pablo Iglesias aplaudió el gesto de los socialistas como "un avance".
Otro gesto ha sido la decisión de Sánchez de no apoyar el CETA, el tratado de libre comercio entre la UE y Canadá, que el jueves será votado en el Parlamento español y al que Podemos se opone frontalmente.
Su posición ha abierto un debate interno en el partido, en el que muchos sí ven bien el acuerdo comercial, y la polémica ha llegado incluso a Bruselas, donde este lunes la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malström, defendió el CETA como "un buen acuerdo para España". (I)