PSOE critica propuesta de Podemos para formar gobierno en España
Bastaron dos horas de exposición pública por parte del líder de Podemos, Pablo Iglesias, para que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en pleno reaccionara “preocupado y perplejo” y deje a los pies de los caballos la posibilidad de sellar un pacto de gobierno “consistente y de izquierdas” que arrincone las políticas liberales que han llevado a España al borde del colapso financiero.
El documento que ayer presentó la tercera fuerza política del país es un catálogo de medidas destinadas a firmar un pacto de coalición, más que el simple reparto de carteras ministeriales que tanto juego repartió en los influyentes foros mediáticos españoles, cuyo objetivo final es establecer las bases sobre las que afrontar una transformación integral de la sociedad española.
Uno de los elementos fundamentales, sin duda, es el que hace referencia a la reforma constitucional que los partidos sin excepción, parecen desear. Pero a diferencia del resto de las iniciativas, todas centradas en la obligatoriedad de convencer al Partido Popular (PP) sobre las bondades de la reforma y sin excesivo contenido, Podemos defiende la realización de un referéndum consultivo previo al debate que, en caso de ganarlo, dejaría en una situación comprometida al partido de Mariano Rajoy, que ya anunció que hará uso de su mayoría absoluta en el senado para bloquear cualquier iniciativa que no le satisfaga.
En este sentido, la formación de Pablo Iglesias considera urgente realizar una consulta sobre la independencia en Cataluña como paso previo al inicio de una negociación de gran calado que ponga fin al conflictivo asunto de la secesión planteada en algunos territorios de España. El impacto mediático de los dos referéndums difuminó buena parte del resto de propuestas que aparecen a lo largo de las 100 páginas de un documento que remueve los cimientos de la estructura del Estado de arriba hacia abajo.
En economía, Podemos exige disponer de un fondo financiero destinado al rescate de las personas que se encuentran en peores condiciones sociales; la creación de empleo digno y con derechos, y la reversión de los recortes llevados a cabo desde 2010 en servicios públicos, como educación, sanidad y pensiones.
Un capítulo está destinado a la renegociación de los plazos establecidos por el PP para hacer frente al pago de la deuda con los acreedores privados; y en otro se hace referencia al compromiso del control del déficit público, que en España es del 4,5% del PIB frente al máximo del 3% que exige la UE. “No se trata de regatear con las autoridades europeas un (nuevo) aplazamiento, sino de definir una nueva política económica cuya columna vertebral sea un paquete de estímulo fiscal que apuntale el crecimiento económico, evite su fragilidad actual y permita no depender tanto de los factores externos en los que ahora descansa”, indicó Pablo Iglesias.
La formación de izquierda también introduce una novedosa petición en España, como es la elección colegiada de más de 60 altos cargos del Estado, desde el director de los servicios de inteligencia al presidente de la red ferroviaria o importantes representantes diplomáticos, entre ellos el del secretario para Latinoamérica.
La lucha contra la corrupción, una de las obsesiones más destacadas de Podemos, sale reforzada en este extenso programa. La fuerza emergente propone impulsar el Plan Nacional contra la Corrupción y para la Transparencia Institucional, donde se contempla la regulación exhaustiva de las incompatibilidades de los cargos públicos y la prohibición de las denominadas puertas giratorias, es decir, impedir que un alto cargo público comience a trabajar en una empresa privada sin renunciar a los beneficios de su anterior ocupación. El último caso es el de Trinidad Jiménez, exministra socialista de Exteriores, que acaba de fichar por la multinacional española Telefónica.
El recibimiento dispensado por los grandes medios de comunicación a esta propuesta no fue festivo, precisamente. Los partidos políticos con los que Podemos pretende negociar el documento, PSOE y Unidad Popular, tampoco mostraron su lado más receptivo. Especialmente duros estuvieron los socialistas cuyo portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, llegó a afirmar que “no sabe (Pablo Iglesias) ni dónde está”. El líder de Unidad Popular pidió más pragmatismo a la formación morada y que se sume a las negociaciones que ellos tienen avanzadas con el PSOE.
En Podemos, sin embargo, confían que antes del 2 de marzo, fecha fijada para el primer intento de investidura de Pedro Sánchez como presidente, puedan convencer a los socialistas que rectifiquen, pero hasta los más optimistas consultados por este diario creen que alcanzar un pacto de izquierda en España es una batalla casi perdida. (I)
Cristina Cifuentes reemplaza a Esperanza Aguirre
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dirigirá la presidencia del PP de Madrid tras la dimisión de Esperanza Aguirre a dicho cargo. Su secretario general será el diputado nacional y jefe de campaña de Cifuentes, Juan Carlos Vera.
El propio vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, aseguró ayer tras la reunión del comité de dirección del PP que presidió Mariano Rajoy, que se adoptó esa decisión.
Aguirre renunció el domingo en el marco de una investigación judicial y policial por supuesta corrupción que afecta a su formación.
Aguirre, de 63 años, es una de las políticas españolas más populares de las dos últimas décadas, período en el que fue ministra de Cultura en el Gobierno de José María Aznar (1996-99), presidenta del Senado (1999-2002) y presidenta de la región de Madrid (2003-12). (I)