Girona.-

Cataluña cerró ayer su campaña para celebrar mañana unos comicios regionales anticipados que servirán de punto de partida para el proyecto de separación de España. El proceso se realizará en medio de investigaciones al presidente de esta comunidad autónoma y promotor de la consulta independentista, Artur Mas, sobre un supuesto fraude fiscal.

Mas, en abierto conflicto con el Gobierno español que rehusa una mayor autonomía fiscal para su región, convocó a elecciones anticipadas esperando obtener una mayoría absoluta en el Parlamento regional para su coalición, Convergencia i Unió (CiU, derecha).

En caso de victoria, Mas prometió organizar, dentro de los cuatro años que debe durar la legislatura, una consulta popular sobre la independencia de Cataluña, habitada por 7,5 millones de personas.

Aclaró, sin embargo, que con mayoría o sin ella buscará pactos en el Parlamento catalán para asegurar la consulta y convocará a todos los partidos, incluso a aquellos que no apuestan por este camino, en alusión a su reivindicación secesionista. “Nuestro primer intento será acordar con el Gobierno español la realización de un referéndum con vinculación política, como el antecedente de Reino Unido y Escocia”, subrayó Mas, quien parte como favorito en todos los sondeos, aunque por debajo de los 68 escaños (la mayoría absoluta).

Pero el Gobierno español recordó al dirigente catalán que su idea de celebrar un referéndum en Cataluña no está contemplada en la Constitución española, por lo que no sería legal, y en todo caso tendría que ser una consulta a todos los españoles.

La revista “The Economist” criticó en su número de esta semana las aspiraciones secesionistas de Mas. En sus páginas editoriales, el prestigioso semanario afirma que los líderes europeos “difícilmente admitirán un nuevo estado miembro” en la Unión Europea, como anhela Mas. Reconoce que Cataluña tendría más ingresos fiscales en caso de ser un Estado independiente, pero también “una deuda pública mayor que la de España”.

Esta comunidad autónoma, de 7,5 millones de habitantes, que aporta al PIB español en torno al 18 por ciento, está sumida en una grave crisis económica, con una deuda de 43.954 millones de euros y sin poder obtener financiación en los mercados.

Pero en una Cataluña en la que la cuestión identitaria siempre fue muy sensible, la crisis económica incrementó el sentimiento independentista y dio clara muestra el 11 de septiembre, en una gigantesca manifestación en Barcelona.

En la recta final de la campaña surgió también la polémica en torno a un informe policial publicado por el diario español El Mundo, que implica a Artur Mas, junto al ex presidente regional Jordi Puyol, en un cobro de comisiones ilegales por adjudicación de obras públicas, y atribuye a su padre cuentas millonarias en Suiza y Liechtenstein.