Protestas por las políticas nucleares, en aniversario de terremoto en Japón
Japón conmemoró ayer los tres meses de la catástrofe del 11 de marzo con un minuto de silencio en memoria de los 23.500 muertos que causaron el sismo y el tsunami en el noreste del país y con manifestaciones antinucleares.
En la catástrofe murieron unas 23.500 personas, aún cuando unos 8.000 cuerpos no han sido encontrados. Más de 90.000 sobrevivientes viven aún amontonados en refugios.
El tsunami también dañó gravemente la central nuclear Fukushima Daiichi (N°1), cuyos reactores siguen diseminando partículas radioactivas.
Varios miles de manifestantes desfilaron ayer en Tokio y en otras ciudades del archipiélago para reclamar el cierre de las centrales nucleares.
El primer ministro japonés Naoto Kan, de 64 años, acusado de haber administrado mal la catástrofe y cuyos días en su cargo están contados, viajó al puerto de Kamaishi (noreste) para conversar sobre la reconstrucción. "Estoy dispuesto a transformar en medidas prácticas lo que he escuchado hoy, incluyendo un aumento presupuestario", prometió Kan durante un encuentro con responsables locales.