Protestas en el funeral del científico iraní asesinado
Una multitud de personas participó ayer en el funeral del científico nuclear Mostafa Ahmadi Roshan y en el que el guía de la revolución iraní, ayatolá Alí Jamenei, prometió “castigar a los autores del asesinato”.
Los manifestantes gritaban consignas como “Muera Estados Unidos”, “Muera Israel” y “Muera Gran Bretaña” antes de sepultar los restos del investigador, de 32 años, en un cementerio al norte de Teherán.
Algunos de los participantes llevaron retratos del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre los cuales estaba escrita la palabra “terrorista” en inglés.
El científico, quien era uno de los responsables de la planta nuclear de Natanz, la mayor de Irán, y su chofer murieron el miércoles por la explosión de una bomba magnética colocada contra su automóvil en pleno centro de la capital, en un atentado que Teherán imputó a Estados Unidos e Israel, cuyo primer país rechazó las acusaciones.
Desde enero de 2010, otros tres científicos, dos de los cuales implicados en el programa nuclear, fueron asesinados en acciones similares en Irán.
El ayatolá Alí Jamenei, guía supremo de la República islámica, acusó a los servicios secretos estadounidenses e israelíes, la CIA y el Mossad, de estar detrás del atentado, prometiendo “castigar a quienes cometieron este crimen”.
Mientras tanto, Estados Unidos utilizó un canal secreto para advertir al ayatolá guía supremo iraní, contra un cierre del estrecho de Ormuz, paso estratégico del tráfico petrolero, informó ayer el diario The New York Times.
A fines de diciembre Teherán amenazó con cerrar el estrecho si los países occidentales aprobaban sanciones contra sus exportaciones petroleras a causa de su controvertido programa nuclear.
La Casa Blanca se puso en contacto con el ayatolá Jamenei para advertirle que un eventual cierre del estrecho conduciría a una respuesta de Estados Unidos, afirmó el diario, que cita a altos funcionarios norteamericanos que se mantuvieron en el anonimato.
Frente a la determinación de Irán de continuar su programa nuclear, Estados Unidos y los países de la Unión Europea tratan de adoptar nuevas sanciones petroleras y financieras.
La Unión Europea se orienta hacia un embargo sobre el petróleo iraní, pero con un período de transición de seis meses para permitir a sus miembros de encontrar a otros proveedores, indicaron diplomáticos europeos.
El 23 de enero, durante la próxima reunión de ministros europeos de Relaciones Exteriores, el bloque del Viejo Continente debe anunciar una decisión común al respecto.
Sin embargo, Rusia denunció estas sanciones unilaterales, mientras que Japón dio marcha atrás, expresando sus reservas respecto a esas medidas que podrían disparar los precios del crudo afectando a la economía mundial.
“Estados Unidos quiere adoptar sanciones. Nosotros consideramos que hay que ser extremadamente circunspectos para aceptar semejantes medidas”, destacó el ministro japonés de Relaciones Exteriores, después de reunirse con su homólogo francés, Alain Juppé.
Estas prudentes declaraciones contradicen las afirmaciones del ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, quien el jueves sostuvo que Japón adoptará lo antes posible medidas concretas y planificadas para reducir más la parte iraní de sus importaciones de petróleo.
En un trasfondo de tensiones crecientes entre Irán y Occidente, Moscú consideró que nuevas sanciones contra Irán (...) serían sin dudas apreciadas por la comunidad internacional como una tentativa de cambiar el régimen de Teherán.
El viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, agregó que esas sanciones que afectan a la población y la economía iraní erosionan el esfuerzo de la comunidad internacional para solucionar el programa nuclear iraní.
Mientras tanto, Irán aceptó la visita a su territorio de inspectores de la AIEA, que posiblemente tendrá lugar a fines de enero, con el objetivo de clarificar las acusaciones sobre un posible objetivo militar del programa nuclear de Teherán, indicaron ayer fuentes diplomáticas.
La visita, dirigida por el inspector en jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Herman Nackaerts, probablemente tendrá lugar el 28 de enero, pero esto no es definitivo, indicó a la AFP un diplomático occidental.
Irán niega querer desarrollar sus armas nucleares y asegura que su programa nuclear es pacífico, pero los países occidentales sospechan lo contrario y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya adoptó cuatro serie de sanciones contra Teherán.