Miles de profesores, estudiantes y padres marcharon ayer por las calles de Barcelona, como en otras ciudades de España, para protestar contra los recortes en la educación pública en una jornada de huelga del sector en el conjunto del país.

Unos 7,5 millones de estudiantes y 1,5 millones de docentes fueron llamados a protestar en el marco de un paro nacional inédito en todos los niveles educativos contra los 3.000 millones de euros de recortes decididos por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, según los organizadores.

La huelga tuvo un seguimiento del 80% de media nacional, según datos de los sindicatos de docentes, y de 19,41%, según el Ministerio de Educación.

Entre los escasos incidentes registrados, un grupo de jóvenes cortó  durante la mañana la autopista cercana a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

En Madrid fueron detenidas dos personas por obstaculizar el tráfico, y en Barcelona, otros cinco jóvenes también fueron apresados por poner   silicona en las cerraduras de varios colegios.

Los trabajadores de la enseñanza protestaban contra medidas como el aumento del máximo de alumnos por aula y de las horas lectivas del profesorado, que supondrán -denuncian- prescindir de miles de docentes interinos y mermar la calidad educativa.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, justificó los recortes como “medidas excepcionales para una situación excepcional”, en relación a la obligación de las comunidades autónomas de cumplir con la estabilidad presupuestaria.
La huelga estaba convocada en   las comunidades autónomas, excepto en  País Vasco, Baleares y La Rioja.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Educación, el seguimiento tuvo diferencias tan notables como de solo un 4% en las comunidades de Canarias, Galicia o La Rioja, hasta un 40% en Aragón, Asturias o Navarra.

Los responsables de los sindicatos convocados calificaron, por su parte, la huelga de “éxito rotundo”, por lo que reclamaron al ministro de Educación negociación, diálogo y acuerdo frente a los recortes.

En Madrid, los manifestantes marcharon por el centro hacia la sede del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con una pancarta en cabeza que rezaba: “La Educación no es gasto. Es inversión. No a los recortes”.

Familias enteras, niños con pancartas, estudiantes universitarios, maestros y profesores vestidos con camisetas amarillas en las que se leía “SOS educación pública” tomaron el centro de la ciudad al grito de “¡Educación pública y de calidad!” y “¡No a la privatización!”.

La marcha estuvo encabezada por un grupo de niños de unos seis años con una colorida pancarta: “¿Qué futuro nos espera?”.

Con eslóganes similares y la misma determinación, varios miles de personas desfilaron en otras ciudades del país, como Sevilla, Zaragoza y Valencia.

En Barcelona, miles de estudiantes, profesores y padres y madres de alumnos -150.000 según los organizadores y 25.000 conforme la Policía- intervinieron en la manifestación de protesta contra los recortes en la educación.

Varios políticos de los grupos opositores, como el Partido Socialista Obrero Español  (PSOE) e Izquierda Unida, se sumaron a la marcha que fue apoyada también por el  Sindicato de Estudiantes y  la  Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos.

La secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, dijo a los periodistas que “defender la educación es defender el futuro”. “Hay que salir a las calles a decirle al gobierno de Rajoy que no a los recortes por real decreto y sin diálogo”, mencionó.

El coordinador general del IU, Cayo Lara, propuso un nuevo modelo basado en la inversión en educación, frente a otro “especulativo del ladrillo”.

La economía española  puede  empeorar,  según un informe

Las perspectivas de la economía española siguen siendo malas y son susceptibles de empeorar, advirtió ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico  (OCDE), que señala que el Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá este año  el 1,6% y el próximo un 0,8%, y que el desempleo superará el 25%.

"Las perspectivas siguen siendo malas y corren el riesgo de empeorar", dice la OCDE en su informe.

La OCDE ha revisado a la baja las previsiones para España del último informe divulgado en noviembre en el que preveía un crecimiento para 2012 de 0,3% del PIB y de 1,3% para 2013.

Los datos de la OCDE son para este año ligeramente mejores que los que prevé el Gobierno de España, que proyecta un crecimiento negativo del 1,7%, aunque augura que en el próximo la economía vuelva a un 0,2%.