Brasilia.- El gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, pidió ayer formalmente al Congreso Nacional que convoque un plebiscito para una reforma política que, en su opinión, debe centrarse en cinco puntos,  informaron fuentes oficiales.

Rousseff, quien con el plebiscito pretende dar respuesta a las protestas que han tomado las calles del país desde el pasado 10 de junio, sugirió que la consulta aborde la financiación de campañas, el sistema electoral, las suplencias de parlamentarios, las coaliciones partidarias y el voto secreto en las cámaras.

El pedido fue entregado a las autoridades parlamentarias por el vicepresidente, Michel Temer, y el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quienes subrayaron que es solo una propuesta, pues tanto el contenido del plebiscito como su propia convocatoria son atribuciones constitucionales del Parlamento.

Sobre el primer punto, el Gobierno sugirió consultar a la sociedad sobre si la financiación de los partidos y sus campañas debe ser solamente pública, privada o mixta, como ocurre actualmente.

En relación al sistema electoral, la consulta sería sobre si se debe mantener o no el actual régimen de representación proporcional en las cámaras, mediante el cual los escaños se distribuyen en función de los votos recibidos por cada partido político.

La tercera propuesta apunta a que se pregunte a los electores si se deben mantener los suplentes de diputados y senadores, que solo asumen sus escaños en los casos de que el titular renuncie, se tome una licencia, es destituido o fallece.

Rousseff también sugirió que en el plebiscito se plantee una nueva reglamentación de las coaliciones partidarias y se pregunte si se debe eliminar el voto secreto en las decisiones parlamentarias.

En esos cinco puntos Rousseff  recogió muchas de las demandas de lo que  calificó como “la voz de las calles”, en referencia a las manifestaciones que claman en favor de una reforma política que mejore los servicios públicos, ponga freno a la corrupción y aporte una mayor transparencia a la actividad legislativa.

Las movilizaciones, las mayores en las últimas dos décadas, derrumbaron la popularidad de la presidenta en 27 puntos, según una encuesta de la firma Datafolha.

El presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, calificó la propuesta como “respetuosa”, pues el gobierno “dejó la mayor parte del asunto en manos de los parlamentarios”.

Alves negó que la sugestión de Rousseff puede ser interpretada como una intromisión del Poder Ejecutivo en el Legislativo y dijo que, por la forma que fue presentada, se preserva el derecho constitucional del Parlamento a deliberar sobre el asunto.

La intención del gobierno es que el plebiscito sea convocado a la mayor brevedad y que la reforma política esté en vigor para las elecciones presidenciales y legislativas de octubre de  2014.

Las leyes exigen que toda alteración de las normas electorales sea aprobada por el Parlamento un año antes de los comicios.

De ese modo, las cámaras tendrán solo un poco más de tres meses para convocar el plebiscito, discutir el resultado y legislar sobre una reforma que debaten sin éxito desde hace quince años.

La oposición está en contra del plebiscito y varios políticos defienden plazos mayores para reglas aplicables en elecciones posteriores.

CAMIONEROS BLOQUEAN CARRETERAS

Camioneros bloquearon ayer carreteras en al menos cinco estados de Brasil, en reclamo de la eliminación de peajes, por subsidios al combustible diésel y mejoras en las condiciones de trabajo, informó el diario O Estado de Sao Paulo.

Una de las principales rutas de acceso al puerto de Santos, el mayor de Latinoamérica, que fue bloqueada durante 24 horas por camioneros, fue liberada ayer dijeron portavoces de la Policía Militar y de la Policía de Carreteras.

Otras carreteras de los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Santa Catarina fueron bloqueadas este martes, según la prensa brasileña.

Los manifestantes pedían la revocación de un peaje a los camiones sin carga, que sería cobrado desde el lunes pero cuya aplicación fue aplazada.

El líder del Movimiento Unión Brasil Camioneros (MUBC), Nelio Botelho, que lidera las protestas, dijo al diario Folha de Sao Paulo que las protestas continuarían hasta el jueves. (AFP)