La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció un paquete de medidas que fortalece las acciones contras violaciones de normas y regulaciones del Código de defensa al consumidor.

El gobierno federal creará mecanismos capaces de dar respuestas más ágiles a las demandas de los clientes, resaltó recientemente Rousseff tras comunicar la intención del endurecer las sanciones contra la empresas y entidades de servicios que no acaten las nuevas normativas.

Haremos un seguimiento con mayor rigor, las multas serán más apropiados, subrayó al recalcar que este 15 de marzo, Día Internacional del Consumidor, van a transformar la defensa al usuario en una política de Estado.

Se prevé la creación, por un lado, de nuevos instrumentos legales para recompensar a las buenas acciones y castigar, por otro, las malas prácticas, entre otros, mejorar y apoyar las estructuras existentes, aseveró.

La ministra-Jefa de la Casa Civil de la Presidencia de la República, Giles Hoffmann, destacó por su parte que el ejecutivo federal establecerá plazos para que las agencias reguladoras aprecien y respondan a las reclamaciones de los demandantes y se adopten medidas efectivas contra las empresas blanco de quejas.

Hoffmann, dijo que la administración federal fortalecerá los organismos y el brazo principal de la acción gubernamental en el mercado: el Programa de Protección de Defensa al Consumidor (Procons).

Al defender la necesidad de que se cumplan con los plazos y las funciones de supervisión y presentación de los objetivos, la ministra-Jefa de la Casa Civil dijo que "una agencia no puede tardar años" para adoptar medidas contra una entidad que perjudica a los clientes.