La derecha encabeza sondeos en Portugal
Portugal lleva meses vertiginosos. Desde octubre, ha pasado de un gobierno derechista que duró solo 11 días a una inédita coalición de izquierda entre Partido Socialista, Bloco de Esquerda y Partido Comunista. Hoy, más de 9,5 millones de ciudadanos lusos tienen una nueva cita con las urnas para elegir al sustituto del conservador Aníbal Cavaco Silva en la presidencia de la República.
Pese a los éxitos cosechados por el ejecutivo progresista que lidera el socialista António Costa, las encuestas auguran una aplastante victoria a Marcelo Rebelo de Sousa, compañero de Cavaco Silva en el Partido Social Demócrata (PSD) y reconvertido desde hace algún tiempo en analista político de éxito.
El último sondeo le otorga el 52% de los sufragios que, de lograrlos hoy, le ahorraría el mal trago de someterse a una segunda vuelta que podría complicar su futuro.
La figura del presidente de Portugal no es la de un simple espectador del juego político. Como pudo comprobarse en octubre, cuando Cavaco Silva ordenó formar gobierno a su compañero Pedro Passos Coelho sin tener los apoyos necesarios, sus decisiones deben ser consensuadas y alejadas de cualquier protagonismo.
La verdadera dimensión del próximo Jefe del Estado portugués comenzará a vislumbrarse a partir de abril, el tiempo que la Constitución concede a los nuevos ejecutivos para poder valorar su gestión. Si el presidente la considera negativa podría convocar nuevas elecciones.
Hijo de un antiguo gobernador colonial en Mozambique y ministro de la dictadura de Salazar que gobernó Portugal hasta 1974, Rebelo de Sousa siempre ha mostrado un rechazo por un pacto con la izquierda. Incluso de que su partido llegara a acuerdos puntuales con los socialistas tras el rescate financiero ordenado por la Troika en 2011.
Pese a los leves indicios de recuperación actual y de las políticas contra la austeridad, pocos son capaces de predecir lo qué hará Rebelo de Sousa si en abril es presidente. (I)