"A los socialistas portugueses no les quedó otra opción"

Periodista de profesión, Jorge Costa no es simplemente uno de los 19 diputados por el Bloque de Izquierda portugués. Es miembro de la Mesa Nacional de su partido e integrante de su Comisión Política, la que finalmente decidió apoyar al Partido Socialista de Portugal (PSP) para investir como Primer Ministro a su candidato, António Costa.

La izquierda concurre muy dividida a las elecciones presidenciales  ¿Cuáles son sus posibilidades?

Ciertamente son muy difíciles. El PSP tiene dos candidatos: la exministra de Salud, Maria de Belém Roseira, muy vinculada a los sectores que querían un pacto con la derecha; y Sampaio da Nóvoa, independiente y exrector de la Universidad de Lisboa, crítico con el gobierno conservador anterior pero muy ambiguo respecto a los elementos clave de la lucha política actual. La derecha tiene un candidato único, un popular comentarista de televisión, Marcelo Rebelo de Sousa. Nuestra candidata será Marisa Matias, una mujer que resultó fundamental para que las esperanzas con las que se recibió el inicio de las conversaciones de los partidos de izquierda tuvieran un buen resultado. El objetivo es que forzar una segunda vuelta para que no gane Rebelo de Sousa. Pero está muy complicado.

Pero la política contra la austeridad del Gobierno de coalición comienza a tener sus resultados...

Está sometido a una enorme presión por parte del movimiento popular de izquierda que quiere cambiar la dinámica de recortes. Esa es la novedad. Pero no es un gobierno de izquierda sino de centro, donde todos los ministros son de la confianza del primer ministro. Sin embargo, hemos logrado crear una gran expectativa social, la cual se incrementará aún más en los próximos meses según vayan percibiéndose las medidas introducidas por el Bloque y el Partido Comunista (PC) para garantizar la gobernabilidad. Creo que esa presión social es la que verdaderamente puede hacer cambiar al PSP.

¿Cómo lograron desalojar a la derecha del poder?

Se produjeron una serie de condicionantes muy particulares. Por un lado, la configuración de una mayoría clara de izquierda en la nueva Asamblea; por el otro, la imposibilidad del PSP de llegar a un acuerdo con la derecha ya que de haberlo hecho hubiera quedado desfigurado y dirigido por el conservador Pedro Passos Coelho.

Puede decirse que a los socialistas portugueses no les quedó otra opción que negociar con el Bloque y el PC.

¿Cuáles fueron sus propuestas para un acuerdo con el PSP?

No pedimos que renunciara a sus compromisos. Sólo exigimos que abriera un ciclo de recuperación del rendimiento del trabajo anual para los asalariados y pensionistas, en lugar de incrementar las cargas impositivas sobre estos sectores, que debía de extenderse a lo largo de todo su mandato. Ahí rompimos la tónica habitual impuesta por los conservadores europeos a los países más azotados por la crisis. (I)