Parlamento debate moción de censura
Podemos acorrala a Rajoy pero no logra apoyo del Congreso
Sin tregua. Así planteó ayer la maratoniana moción de censura Unidos Podemos a Mariano Rajoy. Desde el primero al último segundo de la jornada vivida ayer en el Congreso, el grupo que lidera Pablo Iglesias desplegó un ataque demoledor contra el presidente del gobierno al que colocó en situaciones complicadas en más de una ocasión. Primero la portavoz del grupo, Irene Montero, al recitar uno por uno los nombres de los 65 cargos, entre ministros y dirigentes del PP, que han sido citados por los tribunales en diferentes tramas de corrupción. “La corrupción tiene la sede en Génova 13”, dijo en referencia a la calle madrileña donde el PP tiene su cuartel general. Visiblemente aturdido, Rajoy sólo fue capaz de replicar que lo que estaba sufriendo era “una parodia y una farsa”.
Montero, que se estrenaba como vocera en un debate de alta tensión, arremetió contra el jefe del ejecutivo español con toda la artillería disponible, llegando a acusarle de practicar la política con “autoritarismo”, “machismo” y un “elitismo mediocre”. Según Irene Montero, lo “patriótico y democrático” ahora es trabajar para echar al PP del gobierno en el menor tiempo posible. En este contexto, definió a Rajoy como una persona “con los ojos extraviados y cansados” de mirar para otro lado antes de volver a acusarle de tratar a España con arrogancia. “Le falta citar a Franco y decir: hagan como yo y no se metan ustedes en política”, remarcó. Montero también advirtió al PP que su tiempo se está agotando porque quienes representaron las movilizaciones del 15M ya están en las instituciones. “Se precipitan al pasado”, sentenció Montero, tras señalar que el partido conservador solo representa ya “un búnker, como el que crearon sus predecesores ideológicos”, es decir, los herederos del franquismo.
Rajoy tomó la palabra por sorpresa para responder a Montero y comenzó ironizando sobre las “fraternales y cariñosas” palabras de la diputada al señalar su intención de incluir “racionalidad” en este debate. Sin embargo, prefirió lanzarse al ataque contra Podemos a quien acusó de haber “degradado la moción de censura hasta convertirla en una herramienta más de agitación social”.
Pero lo más difícil llegó instantes después, cuando subió al estrado Pablo Iglesias como candidato a suceder a Mariano Rajoy al frente del ejecutivo tras esta jornada excepcional. El líder de Podemos desbrozó en un discurso muy trabajado lo que, a su juicio, son los principales motivos que empujan a sustituir a Rajoy para regenerar la vida política y social de España. Tras reivindicar la gestión y la eficacia de los municipios donde gobierna su partido, como Madrid y Barcelona, aseguró que “se ha demostrado que con esperanza se les puede derrotar”. Con este argumento, Iglesias redobló su bombardeo contra el grupo popular en pleno y tendió la mano al PSOE para que se sume a ese cambio.
Utilizando un tono mucho más conciliador con los socialistas que otras ocasiones, el líder de la fuerza morada reconoció hasta en tres ocasiones haber cometido “errores” en sus relaciones con el PSOE tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015 pero también pidió a los socialistas que “asuma los suyos” y trabaje para lograr un acuerdo de Gobierno sin “la muleta naranja” de Ciudadanos. Iglesias apeló al reciente veredicto que las bases del PSOE enviaron a los dirigentes contrarios a buscar alianzas con Podemos.
Pero el objetivo de su discurso era Mariano Rajoy. Giró la cabeza hacia su derecha, el lugar del hemiciclo ocupado por los diputados del PP y comenzó a desgranar toda la batería de acusaciones que caben en el lenguaje político. “España no es como ustedes, España no es como este Parlamento, si se pareciera de verdad a España no estarían ustedes ocupando el banco azul”, apunto el candidato de Unidos Podemos con tono pausado. En su opinión, se “han rebasado todos los límites posibles en corrupción” lo que sitúa al país en una situación casi desesperada. “No podemos permitirnos más que las instituciones estén copadas por corruptos”, sentenció el líder de la formación morada, que pudo como referente al Gobierno de Portugal, donde gobierna una coalición de izquierda con resultados exitosos.
Faltaba por delante conocer la posición del PSOE en esta moción de censura por si mostraba alguna novedad respecto a la que ha venido mostrando en los últimos siete meses. Pero no hubo sorpresas. Los socialistas no sólo ignoraron la propuesta de alianza realizada por Iglesias sino que avisaron que la moción de censura “inyecta oxígeno” al PP. Para el PSOE, los “hechos” demuestran que cuando Podemos pudo evitar la llegada al poder de Rajoy, no lo hizo. El debate siguió una lenta agonía y la moción de censura fue rechazada. (I)