Numerosos mitos se han formado alrededor del rey del pop, Michael Jackson. Su aspecto físico fue uno de los temas más controversiales que hoy nuevamente da de qué hablar. Luego de 14 años desde su muerte, detalles de la autopsia del cantante salen a la luz.

Con llagas e infecciones en los pies, calvo y casi sin nariz; así llegó a su final Michael Jackson, según reveló Christopher Rogers, el médico que lideró la autopsia. La información se difundió en el nuevo documental llamado ‘Killing Michael Jackson’, dirigido y producido por ZigZag. Y cuenta con testimonios de los tres detectives que participaron en la investigación de la muerte del cantante.

Michael Jackson estaba calvo, por lo que siempre usaba peluca, dice el informe. Además, sus pies estaban en un estado deplorable: llenos de llagas, ampollas, callos e infecciones. Esta sería la razón por la que el cantante nunca se quitaba las medias.

Otros médicos que participaron en la autopsia detallaron que el músico no tenía nariz. Usaba una falsa que no se encontraba en su rostro al momento de su muerte. En su lugar había un agujero, con cartílago a la vista.

A ello se suma el bajo peso del cantante. Según el medio The Sun. Jackson pesaba cerca de 51 kilos en su último periodo de vida, cuando su peso promedio era de 65 kg para alguien de su estatura. En la autopsia, solo se encontraron pastillas a medio digerir en su estómago y una pequeña cantidad de alimento.