La refinería venezolana de Amuay, una de las cuatro más grandes del planeta, continuaba envuelta en llamas ayer tras la explosión del pasado sábado, siendo ésta una de las peores tragedias que ha vivido la industria petrolera a nivel mundial.

El número de víctimas mortales de la explosión, que sumaba 41, subió ayer a 48, aseguró Stella Lugo, gobernadora del Estado Falcón, donde están esas instalaciones.

El ministro venezolano de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, por su parte, informó ayer que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) activó un comité de investigación para determinar el origen de la fuga de gas que produjo la explosión y posterior incendio en la refinería de Amuay, ubicada en el Estado Falcón (noroeste).

Ramírez precisó que además de funcionarios de Pdvsa, cuerpos de seguridad y todo el Estado realizan las labores necesarias para esclarecer la situación. “Hemos estado operando desde el centro de control de emergencia, donde todos nuestros operadores están concentrados en apagar en las próximas horas el fuego”, agregó el Ministro