Turquía.-

El partido islamista moderado que gobierna en Turquía podrá formar gobierno en solitario, según una proyección anunciada por el canal de información CNN-Türk tras las elecciones legislativas del domingo.

Según la proyección a nivel nacional, con el 75% de las papeletas escrutadas hasta el cierre de la edición, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro Recep Tayyip Erdogan obtendría el 51,3% de los votos y la cantidad de escaños suficientes para formar, por tercera vez consecutiva, un gobierno en solitario.

El principal opositor, el Partido Popular Republicano (CHP, socialdemócrata), conseguiría un 24,8% de los sufragios y el Partido Acción Nacionalista (MHP) terminaría tercero con 13,4% de los votos, según la proyección realizada por A&G para la cadena televisiva.

Esa estimación daría al AKP, sobre un total de 550 bancas parlamentarias, algo más de los 330 escaños necesarios para tener la mayoría absoluta.

El porcentaje del AKP debería disminuir en la noche con la llegada de los resultados en las grandes ciudades del oeste, según los analistas. Más de 50 millones de electores, de una población de 73 millones, estaban convocados para la renovación del Parlamento.

Las últimas oficinas de votación cerraron a las 17:00 locales y las primeras estimaciones oficiales llegaron a partir de las 21:00.

Varias personas resultaron heridas, entre ellas dos policías, y casi 50 fueron arrestadas durante varios incidentes vinculados con las elecciones, ocurridos en particular en Ankara y en el sureste, poblado mayoritariamente por kurdos, según informó la agencia de noticias Anatolia.

Un total de 27 personas fueron, además, detenidas en las provincias surorientales de Diyarbakir, Batman y Van por tratar de votar con documentación falsa.

Durante toda la campaña, Erdogan puso en relieve la buena salud económica de Turquía, actualmente 17ª economía mundial con un crecimiento "al estilo chino" de 8,9% en 2010 y una inflación controlada de alrededor del 6%.

Pero la oposición denuncia su autoritarismo creciente y los atentados contra la libertad, en particular la detención de periodistas. "Voté por el retorno a una democracia normal en Turquía, donde la gente no tenga miedo de mostrar sus opiniones", declaró en Ankara Engin Ünsa, funcionario jubilado que no ocultó su opción en favor de la oposición.

"Todo el mundo debe respetar el resultado de los comicios", dijo Erdogan en Estambul después de haber votado.

La campaña electoral se desarrolló con algunos golpes bajos, como fue la difusión por Internet de documentos de vídeo comprometedores que decapitaron la dirección del partido nacionalista MHP, tercera fuerza de la Asamblea.

El principal suspenso de la votación es el saber si el AKP obtendrá bastantes escaños para conseguir la adopción de una nueva constitución. Erdogan no oculta sus ambiciones de avanzar hacia un sistema presidencial, pero una importante parte de la opinión teme que el país derive hacia el autoritarismo, de producirse estos cambios.

Después de una época marcada por coaliciones inestables y efímeros gobiernos, Turquía finalmente se estabilizó política y económicamente, bajo la dirección del AKP que también consiguió hacer que el ejército, en otro tiempo actor político de primer plano, volviera a sus cuarteles.

Pero la perspectiva de una adhesión a la Unión Europea está aún lejos, sobre todo debido a la oposición de Francia y Alemania.