Francisco condenó la arrogancia de los hombres que desprecian a las mujeres
Papa insta al diálogo a los líderes religiosos
El papa Francisco dijo ayer a líderes cristianos, protestantes y musulmanes en Kenia que no tienen otra opción que la del diálogo para protegerse de los atentados “bárbaros” de extremistas islámicos que han sacudido al país, e indicó que deben ser “profetas de la paz”.
Francisco se reunió con representantes de las iglesias anglicana, luterana, metodista, pentecostal, y dirigentes del Islam y de religiones animistas de Kenia, en la embajada de la Santa Sede de Nairobi, antes de celebrar su primera misa pública en el continente.
En el encuentro Francisco denunció la radicalización de jóvenes que se volvieron “extremistas” para cometer “ataques bárbaros” injustificables en nombre de Dios, llamando a musulmanes, protestantes y católicos a resistir juntos.
“Nuestra convicción común es que el Dios al que buscamos servir es un Dios de paz. Su santo nombre no puede ser empleado nunca para justificar el odio y la violencia”, dijo el Santo Padre.
“Sé lo vivo que está en ustedes el recuerdo que dejaron los ataques bárbaros en el centro comercial de Westgate (de Nairobi), en la Universidad de Garissa (este) y en Mandera (noreste)”, dijo en alusión a los sangrientos atentados perpetrados en Kenia por los islamistas somalíes shebab en los últimos dos años.
Por esta razón, “el diálogo ecuménico e interreligioso no es un lujo, no es opcional, es algo que nuestro mundo, herido por los conflictos, necesita todavía más”, dijo, “reafirmando el compromiso” de la Iglesia Católica con este diálogo.
En nombre de los musulmanes, Abdulghafur El-Busaiyn, presidente del Consejo Supremo de Musulmanes Kenianos, exhortó a que “como pueblo de un solo Dios, nosotros (cristianos y musulmanes), hagamos frente y estemos unidos” ante los desafíos actuales.
El arzobispo anglicano Eliud Wabukala condenó el “colonialismo ideológico de los estilos de vida secularizados” importados de Occidente y denunció que los atentados recientes en Kenia “amenazan la coexistencia pacífica y la integración” entre comunidades en el país.
En la misa, en la Universidad de Nairobi, ante unos 300.000 fieles que soportaron una lluvia, el titular de la Iglesia también dio un discurso contra la violencia de género: denunció “la arrogancia de los hombres que desprecian a las mujeres”. Además, pidió defender la familia y proteger “al inocente que aún no ha nacido”.
En un país traumatizado por episodios de violencia étnica en los últimos años, el Papa llamó también a los jóvenes a “rechazar todo lo que conduce al prejuicio y a la discriminación”.
Después de Kenia, Francisco también viajará a Uganda y República Centroafricana, países igualmente afectados por la violencia interreligiosa. (I)