Papa insta a los gobiernos a servir a los más débiles
Con el mensaje de servir con humildad y proteger a los más pobres y olvidados, Francisco fue investido Papa de la Iglesia católica en medio de una emotiva ceremonia. Visiblemente conmovido, el argentino Jorge Bergoglio recibió el anillo del pescador y el palio de lana, símbolos del poder pontificio, y así comienza una nueva era con promesa de cambio.
Ante decenas de miles de fieles -entre 150.000 y 200.000, según el Vaticano- y mandatarios del mundo que se congregaron en la Plaza de San Pedro para la misa, el primer Papa latinoamericano fijó en su homilía las líneas de su pontificado.
“Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y también el Papa, para ejercer el poder (...) debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto y rico de fe (...) especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños”, afirmó Francisco, que ha dado esperanzas de cambio en una Iglesia desacreditada por los escándalos de corrupción y pederastia.
En su homilía, en la que insistió en que el “amor” es otra de las claves de ese servicio, también instó a los gobernantes a que “sean custodios de la creación de Dios”.
“Quisiera pedir por favor a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito político, social o económico, a todos los hombres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, guardianes del otro, del medio ambiente”, dijo el Papa, varias veces aplaudido. “No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”. Y advirtió que “el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida”.
Asimismo, el nuevo jefe de la Iglesia que tiene 1.200 millones de fieles en el mundo, pidió “custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón”.
“No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura”, proclamó recibiendo una gran ovación el primer Pontífice jesuita, que se inspiró en San Francisco de Asís en la elección de su nombre.
La misa se celebró el día de la fiesta de San José, patrono de la Iglesia universal. La segunda lectura, tomada de la carta de San Pablo a los Romanos, se pronunció en la lengua madre de Francisco, el español. La primera lectura fue en inglés, el salmo cantado en italiano y el Evangelio, también cantado, en griego, destaca el Clarín.
Temprano, el ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, recorrió la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil, un jeep descapotable desde el que saludó a miles de fieles de todos los países, especialmente latinos.
Francisco saludó sonriente y con cariño a los fieles, besó a niños, incluso se bajó del papamóvil, un momento, para acariciar el rostro de un parapléjico.
Mientras en el Vaticano los fieles presenciaban con solemnidad el momento histórico, en Buenos Aires, la ciudad natal del nuevo Pontífice, la multitud seguía en directo la ceremonia a través de pantallas gigantes.
Tras la ceremonia, el Sumo Pontífice, de 76 años, que por momentos parecía que tenía dificultades para caminar, recibió una a una a las 132 delegaciones extranjeras que asistieron a la misa en medio de un estricto dispositivo de seguridad.
El gran ausente en la jornada fue el papa emérito, Benedicto XVI, que renunció el pasado 28 de febrero, quien siguió la ceremonia por televisión desde su residencia temporal de Castel Gandolfo, cerca de Roma, donde el papa Francisco lo visitará el próximo sábado.
Reunión con Rousseff
El Papa recibirá hoy a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, luego de que el lunes se reunió con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
El cardenal Raymundo Damasceno Assis, presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, anunció que Francisco viajará a Brasil, en julio próximo, para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013. Mientras el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dio a entender que era posible que Francisco visite Brasil y Argentina en esa fecha.