Francisco, el primer papa latinoamericano, conmueve a la región con más católicos del planeta, al despertar un fervor religioso por un nuevo estilo que acerca la Iglesia a la gente, a un año de su Pontificado.

Si bien el Papa pudo detener a muchos fieles, el mayor reto del Pontífice es recuperar los millones de feligreses que se alejaron, muchos atraídos por las iglesias evangélicas. Se estima que al momento la Iglesia Católica está conformada por unos 1.200 millones de fieles.

Este desafío explica que Brasil haya sido uno de sus primeros destinos, en julio pasado para la Jornada Mundial de la Juventud, donde llevó su propuesta de salir a las periferias, ayudar a los más pobres y buscar la justicia social.

Según Daniel H. Levine, profesor emérito de ciencia política en la Universidad de Michigan, aún es incierto decir si “el papa puede revertir la tendencia” que muestra un crecimiento de fieles inferior al aumento de la población.

“La Iglesia Católica no puede seguir actuando como si gozara de un monopolio. Hay mucha competencia”, advirtió.

En su natal Argentina, con 70% de católicos entre 40 millones de habitantes, “nueve de cada diez argentinos tiene una imagen positiva de Francisco, pero solo dos de cada diez personas concurre semanalmente a la Iglesia”, aseguró la socióloga Marita Carvallo. (AFP)