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Padre logra evitar la ejecución de su hijo, condenado a muerte por el asesinato de su familia

De izquierda a derecha, Kevin, Patricia, Thomas "Bart" y Kent Whitaker.
De izquierda a derecha, Kevin, Patricia, Thomas "Bart" y Kent Whitaker.
Foto: Archivo / Internet
23 de febrero de 2018 - 10:30 - Agencia AFP

El gobernador de Texas, Greg Abbott, conmutó el jueves la pena de muerte contra Bart Whitaker, un sentenciado que contrató a un sicario para asesinar a su familia, después de que su padre, a quien intentó ultimar, pidiera por la vida de su hijo.

"El Sr. Whitaker deberá pasar lo que resta de su vida tras la rejas en castigo por su crimen atroz", señaló Abbott al justificar su decisión.

Whitaker, un estadounidense que quiso asesinar a toda su familia, debía ser ejecutado este jueves, pero el gobernador terminó por escuchar los pedidos de clemencia del padre.

De manera excepcional, la estatal Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas también había recomendado clemencia para Whitaker.

La intensidad de este drama familiar impactó a Estados Unidos. Por un lado, un hijo asesino de su madre y de su hermano, que también quería matar a su padre, quien aún gravemente herido y sin saber quién estaba detrás del ataque, decidió perdonar al asesino, por ser un firme creyente en la redención.

En una rara coincidencia, había otras dos ejecuciones previstas este jueves en Florida y Alabama.

Eric Branch, fue ejecutado en Florida como estaba previsto, por el asesinato de un estudiante.

Doyle Hamm, en tanto, debía recibir la pena de muerte en Alabama por el asesinato de un empleado de un motel, aunque la Suprema Corte detuvo su ejecución mientras estudia una apelación de último minuto.

"Perdón milagroso" 

"Estoy agradecido por esta decisión, no por mí, sino por mi padre", aseguró Whitaker, en unas declaraciones difundidas en un comunicado por el Departamento de Justicia Criminal de Texas.

"Acepto cualquier pena por mis crímenes, pero mi padre no hizo nada mal. El sistema funcionó hoy para él, y haré todo lo mejor que sé para mantener mi parte del trato", dijo el reo perdonado.

El padre de Bart, Kent Whitaker, movió cielo, mar y tierra durante años para recibir misericordia para su hijo, a quien perdonó desde la cama del hospital.

En 2003, Bart contrató a un pistolero para liberarse de sus padres y de su hermano, contra los que había acumulado odio.

El entonces veinteañero montó un falso robo, y afirmó que habían disparado en su contra durante el sangriento ataque. Su madre Tricia, de 51 años, y su hermano Kevin, de 19, resultaron fatalmente heridos.

Durante siete meses, Kent vivió con su hijo ignorando que él era el responsable de la tragedia familiar, mientras los policías avanzaban en la investigación que finalmente lo halló culpable.

Para entonces el padre ya había perdonado al asesino. Lo decidió la noche misma del tiroteo, con el tórax perforado por una bala 9mm, cuando, según dijo, Dios fue a su encuentro y lo ayudó a llegar a un "perdón milagroso".

"Vivo con la magnitud de la pérdida todos los días. Pero Dios me ayudó a alcanzar ese completo perdón y creo que lo hizo para ayudarme a reconstruir mi relación con mi hijo", contó a AFP.

Ejecución de un moribundo 

Mientras Whitaker conseguía librarse de la muerte, oficiales de Florida ejecutaron a Eric Branch por el asesinato de un estudiante en 1993.

El Departamento de Correcciones del estado dijo que su hija le había visitado por la mañana.

Sus abogados lanzaron infructuosamente un último recurso para salvarlo, argumentando que el detenido tenía solo 21 años en el momento del crimen y que el veredicto fue emitido por un jurado no unánime.

En el estado de Alabama, en tanto, Doyle Hamm, espera su ejecución tras pasar tres décadas en el corredor de la muerte por el asesinato en 1987 de un empleado de un motel durante un robo a mano armada.

Hamm padece cáncer de cerebro y del sistema linfático. Por la gravedad de su enfermedad, sus abogados temen que su ejecución mediante inyección letal se convierta en una sesión de tortura.

Pero el martes, un tribunal dictaminó finalmente que la condición de salud de Hamm no impedía que fuera ejecutado, siempre que el catéter de infusión se insertara en una vena de sus piernas o pies.

Pero la Suprema Corte emitió una orden para detener la ejecución de Hamm, que estaba prevista para las 23H00 GMT, mientras estudia una apelación de último minuto.

Los condenados a muerte en Estados Unidos reciben generalmente la inyección letal en olas venas de los brazos o manos.

No ha habido tres ejecuciones en el mismo día en Estados Unidos desde el 7 de enero de 2010. Una triple ejecución ocurrió solo 13 veces en 40 años, según el Centro para la Información sobre la Pena de Muerte (CPIPM, por sus siglas en inglés), una organización que aboga por la eliminación de la pena capital.

En la historia moderna, el número récord de ejecuciones en un día se registró el 9 de diciembre de 1999, cuando cuatro estados (Oklahoma, Indiana, Texas y Virginia) ejecutaron a un prisionero.

Pero el número más alto en la historia del país se alcanzó el 26 de diciembre de 1862 en Minnesota, cuando las autoridades federales ahorcaron a 38 miembros de la tribu indígena Dakota. (I)

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