Otra alerta en planta nuclear de Japón
Una humareda blanca se escapó ayer del reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima (noreste de Japón), dañada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo, lo que obligó a evacuar a parte del personal que lucha para evitar una catástrofe aún peor.
A las 15:55 (hora local), recibimos un informe de la central que indicaba que humo gris salía del techo del reactor número 3, declaró la operadora de la central, Tokyo Electric Power (Tepco).
Pocas horas después, Tepco comunicaba que había dejado de salir humo gris del reactor número 3, pero al mismo tiempo anunciaba que se veía una humareda blanca en el número 2. El reactor número 3 es el que más temor provoca debido a que contiene combustible MOX, una mezcla de óxidos de plutonio y de uranio a partir de productos reciclados, cuyas partículas son consideradas más nocivas que las de combustible a base de uranio.
Horas antes, la Comisión Reguladora de la Energía Nuclear (NRC) de Estados Unidos afirmó que los sistemas de contención en 3 reactores de la planta están intactos de momento y que la crisis se encuentra “próxima” a estabilizarse. “La contención en los reactores número 1, 2 y 3 parece estar funcionando”, señaló su director ejecutivo Bill Borchardt.
Pero ante la inestabilidad de la central, las autoridades estadounidenses han empezado a distribuir yoduro de potasio entre los miembros de su personal y familiares en Tokio, Yokohama y otras zonas de Japón, como medida de prevención ante una posible exposición a la radiación.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, aseguró, por su parte, que hay progresos lentos, pero firmes para controlar la crisis en la planta de Fukushima, donde continúan las labores para enfriar los reactores y restaurar la electricidad. Sin embargo, la planta sigue sufriendo problemas en la mayoría de sus 6 reactores, pese a que las unidades 5 y 6 ya tienen acceso a electricidad para activar sus sistemas de refrigeración.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de las Naciones Unidas aseguró ayer, en Viena, que la situación en Fukushima está mejorando, pero advirtió que sigue siendo “muy grave”.
Graham Andrew, asesor científico del organismo, dijo que existe una continua mejora, aunque reconoció que aún es demasiado temprano para decir que (la situación) deja de ser muy grave.
A su vez, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el japonés Yukiya Amano, aseguró que la crisis nuclear en Japón será superada “sin duda alguna”.
La AIEA trabaja con todos sus medios en cooperación con otros países para ayudar a Japón a poner fin a la crisis y reducir sus efectos lo más posible, declaró el diplomático, al abrirse una reunión del consejo de gobernadores de la AIEA en Viena.
Con este panorama, el gobierno intenta tranquilizar a la población, y reiteró que el nivel de radiactividad presente en la lluvia, el agua del grifo o en algunos alimentos en regiones cercanas a la central no supone una amenaza para la salud.
En la costa del Pacífico del noreste, devastada por el sismo de magnitud 9 y el tsunami, los socorristas proseguían con su labor, bajo la lluvia, aunque la esperanza de hallar a sobrevivientes diez días después de la catástrofe es prácticamente nula. El balance, siempre provisional, se acercaba a los 22.000 entre muertos y desaparecidos, de los cuales 8.805 son fallecimientos confirmados por la policía y de 12.664 no se tienen noticias.