El partido defiende la nacionalización de los servicios públicos
Oposición británica pide una 'Europa más social'
Gran Bretaña debe permanecer dentro de la Unión Europea (UE) para hacer que ese bloque comunitario sea más social y equitativo para los trabajadores y las personas de menos recursos, así lo considera el jefe del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn.
El jefe de la oposición afirmó durante una ponencia en la Asociación de Concejales británicos, en Nottingham, que la campaña por el referéndum a la membresía británica en la UE debe ser una oportunidad “para presionar por una mayor nacionalización de los servicios públicos”.
Corbyn se mostró a favor de cambios fundamentales en la relación entre Londres y Bruselas más allá de los temas de inmigración y subsidios públicos, especialmente en el reforzamiento de los derechos de los trabajadores y el fin de las presiones para privatizar los servicios públicos.
“En la campaña por el referéndum sobre la UE el Laborismo dejará en claro que nosotros defendemos el carácter nacional de los servicios públicos y el control de los mismos”, dijo el jefe laborista ante los delegados y concejales de su partido.
“Nuestra agrupación está determinada a hacer que Gran Bretaña permanezca dentro de la UE porque creemos que es el mejor marco para el comercio y la cooperación en Europa, y que además está en el mejor interés de la población británica”.
Sin embargo, dijo también que es esencial avanzar en áreas de ‘reformas progresistas’, como por ejemplo una mayor democratización, mayores derechos para los trabajadores, crecimiento sustentable y mayores oportunidades de trabajo en las políticas económicas.
Y reiteró que es esencial poner fin a las presiones para ‘privatizar y desregular’ servicios públicos básicos como la salud y la educación.
Además se mostró a favor de que las alcaldías y municipios del país cuenten con una mayor libertad para gastar dinero público y endeudarse en la inversión de servicios sociales, y obtener poderes similares a los de otras ciudades europeas para tomar control de servicios como el agua y la electricidad.
“La privatización no solo es quién maneja los servicios públicos, sino también quién los controla. Se trata de quién percibe los beneficios, de quién protege la mano de obra y lleva justicia social para aquellas personas que utilizan los servicios públicos”.
Durante su ponencia, el legislador opositor sostuvo que si el Laborismo gana las elecciones generales de Gran Bretaña en 2020, devolverá a las alcaldías “la libertad para poner fin a la oleada de privatizaciones” que encabeza el actual gobierno conservador de David Cameron.
“En otras ciudades de Europa muchos municipios y ciudades han decidido tomar el control de servicios como el agua, la electricidad y otros asuntos que ahora vuelven al sector público”.
El jefe del Laborismo, que en el pasado no estaba convencido de que Gran Bretaña debía permanecer dentro de la Unión Europea, decidió ahora dar su apoyo para que el país siga dentro del bloque.
Sin embargo, su partido sigue muy dividido por la salida del Reino Unido de la UE, popularmente conocida como Brexit, especialmente por temas como la inmigración, subsidios públicos e independencia del Parlamento.
La exministra laborista Kate Hoey y el donante del partido John Mills encabezan la campaña del Laborismo para que el país abandone el bloque comunitario. El grupo, llamado “Vote Leave” (Votemos para salir), quiere una Gran Bretaña totalmente separada de la UE.
Por su parte el gobierno de Cameron empleó al publicista australiano Lynton Crosby para que vigorice la campaña ‘Britain Stronger in Europe’ (Gran Bretaña más fuerte en Europa), que aboga por la membresía dentro del bloque.
Cameron quiere convencer a la población de que los acuerdos que negoció recientemente con los gobernantes de la UE resultan favorables para Gran Bretaña.
Crosby había estado detrás de la exitosa campaña eleccionaria de los conservadores en 2015, que le permitió a los ‘Tories’ subir al poder por amplia mayoría en las urnas.
El Primer Ministro británico negó vehementemente esta semana declaraciones hechas por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien dijo que el paquete de reformas “es potencialmente reversible” e indicó que el acuerdo “será legalmente vinculante”.
Schulz indicó que los europarlamentarios podrían buscar hacer cambios, especialmente al apartado por los llamados ‘frenos de emergencia’ para que las naciones puedan optar por no pagar subsidios de trabajo a desempleados comunitarios en sus respectivos países.
Cameron reiteró que el Reino Unido vetará cualquier intento de modificación. “Si acordamos ese paquete de reformas, será legalmente vinculante y quedará instaurado en un tratado depositado en Naciones Unidas. Solo podrá ser revertido si los 28 países del bloque, incluido Gran Bretaña, acuerdan revertirlo”. (I)