ONU pone fin a 15 años de misión de paz en Haití
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) finalizó 15 años de operaciones de paz en Haití, en medio de la grave crisis política que atraviesa el país, con protestas violentas para exigir la salida del presidente Jovenel Moise.
A su llegada su rol fue útil en la estabilización política de la nación. Sin embargo, no estuvo exenta de escándalos: La introducción del cólera por parte de sus agentes y los casos de abuso sexual mancharon su accionar.
El Consejo de la ONU acordó el pasado abril una prórroga de seis meses -hasta este 15 de octubre- al mandato de la misión, conocida por las siglas Minujusth y que en 2017 se creó en sustitución de la Minustah, una operación que estuvo más de una década en Haití.
Ahora, la Minujusth -que se centró sobre todo en apoyar mejoras en la Policía Nacional- será reemplazada por una misión de carácter político, ya fuera del mantenimiento de la paz de la ONU. Está compuesta por un máximo de siete unidades de policía y 295 agentes.
La salida de la operación se produce en plena crisis en Haití, con manifestaciones masivas contra Moise, que desembocaron en saqueos, violencia y muertes.
Haití no tiene un gobierno efectivo desde el pasado marzo ante el bloqueo del Parlamento por parte de la oposición, pero la situación en las calles se complicó desde agosto en respuesta a problemas de desabastecimiento de combustibles.
“En este contexto difícil, el cierre de la Minujusth no supone una salida de las Naciones Unidas de Haití. Al contrario, llevará a continuar el apoyo de la ONU a Haití, de otra forma”, aclaró el jefe de los “cascos azules” de la ONU, el francés Jean-Pierre Lacroix.
Las denuncias de abusos sexuales por parte de los miembros de las misiones de paz han sido el mayor problema para el organismo.
Nueve adolescentes de ambos sexos revelaron que fueron explotados sexualmente de manera sistemática por los agentes entre 2004 y 2007. Los delitos incluían sexo a cambio de comida y dinero, así como violaciones, incluso, grupales.
De acuerdo con un informe oficial, a 114 de los efectivos los enviaron a su país tras un proceso interno, pero ninguno fue encarcelado.
En 2010 un vertido de residuos fecales a un río por las fuerzas de paz nepalíes iniciaron el brote de cólera que todavía hoy sufre el país. Se calcula que la epidemia afecta a 800.000 personas y que se cobró más de 9.000 vidas. En 2016, la ONU reconoció su responsabilidad y anunció una nueva estrategia para ayudar a superar el cólera. (I)