La pandemia de coronavirus llegó a Venezuela en un momento ya de por sí delicado para el país. Varios años de crisis política y económica tienen un enorme impacto en todos los sectores, incluido el de la salud, y terminaron por desencadenar una grave crisis humanitaria.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ayuda a esa nación a enfrentar esta situación y ahora quiere evitar que el covid-19 la empeore. Para ello requiere de $ 61 millones para emprender un plan que se enfoca en áreas prioritarias con énfasis en salud, agua, saneamiento e higiene, y comunicación masiva.

Venezuela es “un país vulnerable frente a esta amenaza, por la situación regional, donde hay un número creciente de casos”, explica Samir Elhawary, jefe de la ONU en Venezuela.

Antes de que el país confirmara el primer caso -ahora son ya 146 los contagiados y cuatro las personas fallecidas- el sistema sanitario de Venezuela atravesaba serios problemas.

Además, en los últimos cuatro años, la mitad de las transnacionales productoras de medicamentos se retiraron del país y hasta el 25 % del talento humano migró del sector público al privado o se fue al exterior. Asimismo, el apagón eléctrico ocurrido en marzo de 2019 provocó averías en más del 30% de equipos médicos. (I)