Odebrecht pone en jaque a la clase política brasileña
El tsunami de las delaciones premiadas de los ejecutivos de Odebrecht han enlodado la clase política basileña, pero sobre todo desenmascaró a los políticos moralistas, ahora involucrados en recibir millones de dólares en forma ilegal. Fueron ellos los que viabilizaron la destitución de Dilma Rousseff.
El caso más resonante de los revelados por la ‘pornopolítica’ sin dudas involucra al presidente Michel Temer, aunque los impactos también golpean a Luiz Inácio Lula da Silva y otros exmandatarios, como Fernando Henrique Cardoso y políticos ‘moralistas’, como los senadores derechistas Aécio Neves y José Serra, además del gobernador paulista, Geraldo Alckmin, del partido socialdemócrata (PSDB).
Temer fue acusado por un delator de Odebrecht de haber pedido un soborno de $ 40 millones, que representa el 5% de un contrato de Petrobras en 2010. Ese fue un episodio que elevó la desconfianza entre el hoy gobernante con su antecesora y excompañera de fórmula, Dilma Rousseff. Ante el avance de la crisis política, Temer el año pasado traicionó a Rousseff y se pasó a la oposición, lo cual permitió la caída de la mandataria.
La declaración está incluida en el video divulgado por el Supremo Tribunal Federal donde aparece el expresidente de Odebrecht Ingeniería Industrial, Marcio Faria da Silva, quien narró que el acuerdo se realizó en la oficina de Temer, en 2010. El jefe de Estado aceptó en un video que ese encuentro existió, pero que “nunca hubo ilegalidades”.
Los videos de 39 de los 77 delatores de Odebrecht, y que causan estragos en la clase política brasileña, se producen a cambio de reducción de penas. El único preso es Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de prisión y que negocia, a cambio de “entregar” a políticos, salir de la cárcel en diciembre. Aparecen delatados los expresidentes Lula da Silva, Rousseff, Cardoso y Fernando Collor de Mello.
En la denuncia más grave hasta ahora contra Temer, el delator dijo que el actual gobernante encabezó una reunión para el pago de coimas por $ 40 millones al Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB).
En esa época Temer era candidato a vicepresidente de Rousseff y el PMDB controlaba una dirección dentro de Petrobras, la cual era una de las fuentes de recaudación del partido.
“Me impresioné con la naturalidad que ellos pedían dinero, el 3% del contrato con Petrobras”, dijo Faria da Silva. En la reunión, supuestamente, estaban el senador Henrique Eduardo Alves y el hoy detenido Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados que fue el comandante del juicio político contra Rousseff.
“Estaba claro que era coima, que no era un pedido de contribución de campaña, porque hablábamos sobre el porcentaje referente a un contrato”, dijo el delator.
En esa época Rousseff era candidata presidencial por el Partido de los Trabajadores con Temer como compañero y una de sus primeras medidas fue poner en Petrobras como presidenta a Graça Foster.
En otro video, Marcelo Odebrecht contó que Rousseff le preguntó, tiempo después y ya como presidenta, si Temer había cobrado coima por ese contrato.
Odebrecht contó que sí, que sabía que el PMDB había cobrado pero que también escuchó que una parte fue para el tesorero del PT, Joao Vaccari Neto, hoy preso y condenado por el juez Sergio Moro. “Dilma no sabía de nada”, aseguró el empresario.
Rousseff, en un comunicado, negó haber tenido diálogos de este nivel con Odebrecht. Este contó que a partir de ese momento, para no romper relación con ninguna de las partes, optó por dividir más a la presidenta de Brasil y a su vice. “Entonces le avisé a Claudo Melo Filho, que era nuestro ejecutivo que trabajaba con el PMDB, que le dijera a Temer y a los caciques de su partido que Dilma estaba desconfiando que se había cobrado una coima”, contó Marcelo Odebrecht. (I)