El presidente Barack Obama prometió ayer renovar sus esfuerzos para cerrar la prisión militar de Guantánamo (Cuba), donde un centenar de presos  sospechosos de actividades terroristas -sobre un total de 166- realiza una huelga de hambre.

Obama dijo en una conferencia en la Casa Blanca que no quiere que ningún prisionero muera y llamó al Congreso a ayudarlo a encontrar una salida legal a largo plazo al problema de juzgar a combatientes enemigos.

“Es caro. Es ineficaz. Daña nuestra imagen internacional. Reduce la cooperación con nuestros aliados en los esfuerzos antiterroristas. Es una herramienta para el reclutamiento de extremistas. Es necesario cerrarlo”, manifestó Obama.

El gobernante también dijo ayer que Estados Unidos podría “reconsiderar” su política hacia Siria si obtiene pruebas de que el régimen de Damasco ha usado armas químicas.

Empero, el mandatario  mostró cautela sobre los informes de inteligencia. En una conferencia de prensa en la Casa Blanca dijo: “Debo estar seguro de que conozco los hechos. Eso es lo que el pueblo estadounidense esperaría”. EFE/AFP